nte tantas decisiones que debemos tomar diariamente, en nuestra vida personal y laboral, nos podemos ver en un momento de parálisis mental cuando estas se superponen entre si, donde llega la indecisión para quedarse entre nosotros, transformando un dilema en un conflicto con repercusiones no solo económicas sino mentales.
Un abrebocas en todo el campo de los modelos de decisión nos lo presentaron Henry Mintzberg, Raisinghani y Theoret, quienes introdujeron en el año 1973 el modelo de toma de decisiones estratégicas dirigido a la alta gerencia, entonces ud se preguntara -¿alta gerencia? Yo no soy un gerente, y es aquí donde vemos que el proceso que se sigue para la toma de decisiones debe ser igual sea del índole que sea la disyuntiva, pues aunque no tengamos un cargo gerencial, todos somos gerentes, ya sea del hogar, de nuestra vida, de nuestras mascotas, de nuestro tiempo, etc. Entonces si establecemos que todos somos gerentes, deberíamos seguir modelos que nos ayuden a gerenciar, tal como lo mencionaban los autores anteriormente señalados, quienes aseguran que existen 3 fases características, en donde la primera comprende la identificación y este a su vez consiste en 2 procesos, el reconocimiento de la decisión donde se analizan los problemas, las crisis y oportunidades, es aquí donde se entiende como imperativa la toma de decisiones pues vemos el diferencial que nos separa de lo que se tiene y lo que se quiere y el diagnostico que se encarga de evaluar la sintomatología y las causas del problema, la segunda fase es la de desarrollo que también comprende 2 procesos: la búsqueda de oportunidades o soluciones y el diseño que es la forma en la cual se llevarían a cabo las opciones encontradas en el proceso anterior, por ultimo la tercera fase que comprende múltiples procesos: la selección de la alternativa única con mejor posibilidad de éxito, la evaluación de la misma para analizar las directrices de su ejecución, a través del juicio, negociación y análisis y por ultimo la revisión por alguna instancia superior para ratificar la decisión tomada, cuando se trata de una estructura con algún grado de jerarquía.
“Yo soy mi puesto”: La falsa creencia que hace pensar que un cargo o un trabajo define la personalidad, cuando son cosas totalmente diferentes, influyentes, vinculadas, pero son dos secciones muy distintas, tu le aportas personalidad a tu trabajo, a tu forma de hacer las cosas, sin embargo si te defines como “un carpintero”, “ama de casa”, “gerente”, “maestro” niegas la posibilidad de trascender más allá de los limites que un nombre le pone a tu ser, siendo encasillado a no llegar a ser más de lo que ya eres.
“El enemigo externo” : Cuando las situaciones se tornan complejas siempre se presenta la opción fácil, el poner las culpas en el vecino, en el pasado, en los astros, pero no asumir la responsabilidad que te toca, en este pensamiento no se permite escudarse en otros.
“La ilusión de hacerse cargo” Es el mecanismo de defensa contra el enemigo externo, lo que se presenta como proactividad puede resultar siendo la reactividad contra el enemigo externo que ya esta atacando.
“La ilusión de que se aprende de la experiencia” se puede aprender de la experiencia conociendo las consecuencias de nuestras decisiones pasadas, pero si aun no hemos observado las mismas no podemos decir que estamos aprendiendo, además el desaprender algunas veces es una virtud para romper paradigmas y dejar que aparezca la innovación entre nosotros.
“El mito del equipo administrativo” en ocasiones los expertos en un equipo de trabajo defienden intereses propios antes que los comunes.
A
PENSAMIENTO SISTEMICO
¿Sólo para gerentes?
Ing. Lolia Apaclia