De las ciudades redondas a los anillos espaciales | Page 63
Antonio Pinto Renedo
sona adulta es responsable de sus actos y, por lo tanto,
está capacitada para no hacerlos, si tienen un problema
de adicción que pidan ayuda, porque primero está el
vicio y luego la adicción. Tampoco existirá la posibili-
dad de que un criminal obtenga ganancias o indemniza-
ciones por los daños que pudiera sufrir durante la comi-
sión de un delito, puesto que una cosa es castigar a un
agente de la ley o a una víctima por propasarse con él y
otra muy distinta es favorecer económicamente al cri-
minal, lo cual se convertiría en un acto en favor del deli-
to. Tampoco es lógico que se considere a los presos
como una carga para el estado. Lo correcto es que en
todas las prisiones se instalen talleres de trabajo donde
los presos pagan los gastos que pudieran ocasionar, ade-
más de indemnizar a las víctimas.
LAS ARMAS
Es razonable pensar que, con el tiempo, las armas
irán desapareciendo de la superficie terrestre o, al menos,
disminuyendo su cantidad. Una vez que el planeta con-
cluya su unificación política ya no tendrán sentido las
viejas rivalidades nacionales que eran una de las razo-
nes de su existencia, también el progreso del mundo
hacia un modelo social más humanista podría contribuir
a ello, la energía nuclear debería ser relegada solo para
fines de disuasión estratégica y rechazada en su uso para
la propulsión de barcos o submarinos pues para ello se
pueden utilizar sin problema otros combustibles con
menor riesgo, es lamentable que, disponiéndose de una
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