De las ciudades redondas a los anillos espaciales | Page 59
Antonio Pinto Renedo
otros medios, se terminarán las falsas disputas entre iz-
quierdas y derechas en las que nada de lo que se dice es
verdad y en las que solo se busca la humillación del con-
trario y la obtención del poder.
Cada mes el estado emitirá un boletín con el con-
junto de leyes que deseara aprobar y solo en el caso de
que la mayoría de los ciudadanos le dé el visto bueno,
estas leyes saldrán adelante. Ya no serán necesarias las
disputas por el poder, porque ya no habrá un poder que
conseguir, puesto que la decisión final de aprobar todas
y cada una de las leyes estará en manos de los ciudada-
nos. Cómodamente y desde casa se podrá emitir el voto
a través de internet. En el caso de estar de acuerdo con
las propuestas de estado, bastará con no hacer nada y el
trámite seguirá. Pero de estar en desacuerdo, se podrá in-
dicar en el formulario que contendrá todas las nuevas
leyes a aprobar.
En el futuro, no existirá la monarquía, pues está en
directa contradicción con el principio de igualdad de
todos los ciudadanos ante la ley; todos los cargos políti-
cos estarán abiertos a todos los ciudadanos. La monar-
quía tuvo sentido en el pasado en unas sociedades donde
las naciones eran pequeñas y los sistemas de gobierno
simples y no dados a la igualdad, pero en el futuro solo
un enfoque político en pro de la justicia y la igualdad de
derechos ciudadanos podrá prevalecer. En el plano in-
ternacional, se favorecerá la existencia de una lengua
común y también un gobierno de las naciones unidas sin
privilegios en el voto, como existe ahora en el que unos
países tienen unos derechos de veto que se niega a los
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