De las ciudades redondas a los anillos espaciales | Page 46

De las ciudades redondas a los anillos espaciales parte de la energía que llegó al planeta y que se utilizó en todo ese tiempo. No me parece aceptable, por ejemplo, la energía nuclear para su uso en la Tierra, porque no olvidemos que este planeta es un ecosistema abierto y, por lo tanto, muy sensible al peligro de una fuga radioactiva. Este tipo de energía es, sin embargo, la más adecuada en los via- jes interestelares, puesto que entre las estrellas no llega la energía del sol, por lo que es la única que se puede uti- lizar. Desde mi punto de vista, resulta frívolo utilizar la energía nuclear en la Tierra solo porque sea más barato producirla, las consecuencias de los accidentes para el ser humano también se deben tener en cuenta y es inaceptable que los habitantes de las regiones próximas a los reactores tengan que plantearse como una hipótesis factible tener que abandonar sus hogares durante años por una fuga radioactiva. Tampoco me parece aceptable la energía de fusión nuclear, porque, al fin y al cabo, se basa en la destrucción de los átomos de hidrógeno del agua y su conversión en helio, creo que se puede resolver el problema sin que la palabra destruir se tenga que incluir en el proceso. La energía solar se podría acumular por medio de baterías o se transformaría en combustible líquido me- diante el proceso de electrólisis del agua, a través el cual los átomos de oxígeno e hidrógeno se separan, y una vez utilizados como combustible solo dejan como residuo vapor de agua. En las zonas desérticas de la Tierra se po- drían colocar extensas instalaciones de paneles solares y en las zonas ventosas grupos eólicos, además de los res- 46