De las ciudades redondas a los anillos espaciales | Page 21

Antonio Pinto Renedo sión proporcionaría a las naves velocidades elevadas, aunque no superiores al 15% de la velocidad de la luz. En el interior de los sistemas solares, las naves no serían de depósito mayoritario, sino convencional, y su energía no sería nuclear, sino de origen solar, pues es menos pe- ligrosa e inagotable. NAVES FLOTANTES Cuanta más presión atmosférica tiene un planeta, más interesante resulta el uso de las naves flotantes. Estas naves tienen una densidad inferior al aire que las rodea y, así, consiguen permanecer en él de forma inde- finida. Podría decirse que son como barcos voladores, pues tienen muchas cosas en común con ellos, por ejem- plo, una nave nodriza que estuviera construida para estar siempre sin descender a tierra podría ser bastante eco- nómica, ya que se podría servir de las corrientes atmos- féricas para su desplazamiento y ni siquiera tendría que consumir energía, pues en el caso de estar recubierta de un material fotosensible como los paneles solares, re- cogería la energía del sol que sería más que suficiente para el desarrollo de sus viajes. El interior de estas naves estaría recubierto de gas helio, por ser este un gas muy ligero e inofensivo, y en su parte inferior se situarían las zonas habitables, com- bustible, baterías y mercancías, excepto la zona de mando que podría estar como en una nave normal. También podrían existir naves con densidad varia- ble para poder descender a tierra con facilidad. En mi 21