De las ciudades redondas a los anillos espaciales | Page 13
Antonio Pinto Renedo
parecerá paulatinamente al ser sustituidos los aviones
por los vehículos de despegue vertical. Estos vehí-
culos no serán helicópteros, pues su sistema motor irá
camuflado en el fuselaje. Unos propulsores de tipo tur-
bina giratorios o fijos, pero con alerones para desviar el
chorro de propulsión se encargarán de sostener las ae-
ronaves en el aire sin necesitar el uso de alas, los cuatro
o más motores estarán controlados por un giroscopio y,
así, se evitarán los accidentes causados por las rachas
de viento o la niebla durante los despegues y aterrizajes.
LAS CIUDADES CUPULARES
Uno de los mayores problemas de las ciudades es
el causado por las inclemencias del tiempo. Uno de los
métodos más eficaces de protección podría ser la cons-
trucción de cúpulas protectoras que las recubrirían en
todo su exterior, de esta manera daría igual en qué lu-
gar se situasen las ciudades, pues estarían protegidas de
las distintas temperaturas y condiciones atmosféricas.
Con el uso de estas cúpulas las ciudades que las utiliza-
sen, que podríamos llamar ciudades cupulares, estarían
preparadas para habitar incluso en la luna y los plane-
tas, pues ya no tendrían el inconveniente de la tempera-
tura o la falta de oxígeno que es frecuente en estos lu-
gares. El único problema sería el riesgo de fractura de
la cúpula que expondría a los habitantes al clima origi-
nal en estos mundos, así como al cambio de presión at-
mosférica consiguiente. Hacer los edificios herméticos
podría prevenir este tipo de situaciones para los edifi-
cios, pero no para el exterior.
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