De las ciudades redondas a los anillos espaciales | Page 11
Antonio Pinto Renedo
nado con los mismos. En el centro de la ciudad, los edi-
ficios de gobierno y administrativos. Las vías de comu-
nicación consistirían en carreteras que dividirían el
círculo de la ciudad en cuadrículas de modo vertical y
horizontal si se viera desde arriba, cada división forma-
ría un barrio; en las ciudades del futuro, el automóvil
particular podría ser sustituido por una extensa red de
transportes públicos que bien podría estar formada por
los clásicos autobuses o una red tipo metro circulando
sobre raíles o bien ambas, esto tendría como misión ali-
viar la presencia de tráfico rodado, además de conseguir
un importante ahorro energético. Todos los vehículos cir-
cularían en un plano distinto al peatonal con el fin de
evitar los atropellos, pero no lo harían por debajo de la
tierra, puesto que eso, aun siendo útil, es la consecuen-
cia de una ordenación de la ciudad improvisada y no pla-
nificada, más bien se dejaría el plano base para los pea-
tones y las vías de transporte público se colocarían en
un segundo plano más elevado, con el fin de evitar ac-
cidentes las zonas de acceso a vehículos como ande-
nes, estarían completamente separadas de los ciudada-
nos y solo podrían acceder a ellos a través de unas
puertas automáticas una vez detenidos. El riesgo de caída
de objetos desde los edificios se solucionaría haciendo
que estos tengan una cubierta exterior fija y separada de
las zonas peatonales. En una sociedad evolucionada no
existirían las huelgas en los servicios vitales, pues la na-
turaleza de una huelga es la de dar respuesta a un pro-
blema individual de una empresa, pero un interés parti-
cular no puede entorpecer la marcha del resto, las hu-
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