¡Motívate!
Algunas familias no hacen suficiente ejercicio porque los padres no lo practican ni lo fomentan. En otras, unos miembros tienen mayor aptitud e interés que otros. No se trata de hacer de cada hijo un atleta olímpico, sino de crear un estilo de vida activo del que todos disfruten y se beneficien.
Es difícil convertirse en un deportista serio sin pasar por una transformación mental. En este proceso, cambiará la forma en que nos contemplamos a nosotros mismos y al ejercicio.
Si disfrutas del ejercicio, desarrollarás una motivación interna para practicarlo. De ahí la importancia de encontrar la actividad más indicada para cada miembro y, de ser posible, una que puedan disfrutar todos juntos.
El ejercicio puede generar muchos beneficios, como mayor energía, mayor lucidez mental, la liberación de estrés y la sensación de haber tenido un día más equilibrado.
¡Recuerda que el ejercicio te mantiene saludable!