cultura
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cultura alemana
Alta Edad Media (hacia 750–1100)
Poema en antiguo alto alemán anotado en un borde de un códice latino: el Muspilli, siglo IX.
Aunque el gótico fue la más temprana lengua germánica de la que se tenga registro histórico y la única lengua germánica oriental sobre la que hay información atestiguada, sólo una muestra de ella —una traducción de la Biblia del obispo gótico Ulfilas que data del siglo IV— ha sobrevivido en fragmentos.
La poesía de la Alta Edad Media sólo se transmitía de forma oral, razón por la que se ha perdido prácticamente en su totalidad. Escibir el conocimiento era casi siempre equivalente a su traducción al latín (como por ejemplo el Derecho Germánico). Se puede deducir la existencia de transmisión de historia aristocrática (Heldenlied, Erzähllied, Fürstenpreis) y «folclore» lírico (bailes, canciones de amor, planctus, rituales mágicos). Sólo se han conservado gracias al azar ejemplos aislados en conventos y monasterios. Ejemplos son los Encantamientos de Merseburg, dos fórmulas mágicas germánicas que a la vez son los únicos testigos de la religiosidad pagana en el área de habla alemana. Como ejemplo de saga o cantar de gesta es importante el Cantar de Hildebrando.
Los testimonios escritos en antiguo alto alemán más antiguos son del siglo VIII y se encuentran en un contexto cultural completamente distinto: en su uso de la lengua vernácula por la Iglesia para sus misiones y para ayudar a la comprensión de los textos en latín (por ejemplo en glosas). Una consciencia literaria en lengua vulgar apareció en la literatura monacal gracias a la base que daba la poesía épica en latín, como por ejemplo en las dos grandes épicas bíblicas del siglo IX, el Heliand, escrito en verso aliterativo en antiguo sajón, y el Evangelienbuch de Otfrid von Weißenburg, con la nueva y prometedora rima al final del verso. Hacia el año 1000, el monje Notker Labeo de la abadía de San Galo tradujo y comentó textos filosóficos de la Antigüedad clásica, con un alto nivel filológico, al antiguo alto alemán. Se le considera el primer gran prosista alemán.
En el siglo XI aparecieron sobre todo textos moralizantes religiosos en alto alemán medio, escritos en forma de pareados. Hagiografías, como por ejemplo el Cantar de Ezzo (hacia 1065), leyendas, como el Cantar de Anno (hacia 1077), épica bíblica de Nuevo y el Antiguo Testamento (Génesis, Éxodo, Vida de Jesús), textos dogmáticos, poesía escatológica y mariana caracterizaron esta primera fase de la literatura religiosa, que estaba pensada para influenciar a la nobleza laica.
Baja Edad Media (hacia 1100–1500)
Wolfram von Eschenbach, retrato del autor en el Codex Manesse.
A mediados del siglo XII se produjo una gran transformación en todos los sentidos. Los temas y formas de la literatura se hicieron mucho más variados; se fijaron por escrito temas que antes habían sido considerados como indignos de ser recogidos (lírica cortés, relatos amenos). También la literatura religiosa desarrolló un nuevo interés en el individuo y su biografía (leyendas, como el Tundalus de Alber von Windberg o el Servatius de Heinrich von Veldeke).
También a mediados del siglo XII, la épica histórica, como género poético de orientación laica, consiguió por primera vez rango poético. Su obra principal, el Kaiserchronik con unos 17.000 versos, cuenta por episodios la historia de los emperadores romanos desde la fundación de Roma hasta Conrado III. El Cantar de Roldán de Konrad der Pfaffe relata la lucha de Carlomagno y sus paladines contra los sarracenos en España, así como la muerte de Roldán tras una traición. Con el Cantar de Roldán y el Alexander de Lamprecht der Pfaffe se nota por primera vez la influencia de temas y formas francesas, que marcaría la literatura alemana en los siguientes decenios y siglos.
Las décadas tras 1150 resultaron en un florecimiento de la literatura en alemán. En diferentes cortes de la nobleza feudal se desarrolló una práctica literaria de altura a imitación de los modelos de lenguas romances: la llamada literatura cortés. En la lírica se desarrolló el Minnesang (hohe Minne) y la Sangspruchdichtung, con sus principales representantes Heinrich von Morungen, Reinmar von Hagenau y Walther von der Vogelweide. El Romance de Eneas de Heinrich von Veldeke era incluso para los contemporáneos la obra que señalaba la creación de la épica cortés. El autor se había trasladado desde el bajo Rin hasta la corte del conde de Turingia y terminó allí hacia 1185 la obra. Posteriormente aparecieron en alto alemán medio innumerables épicas corteses siguiendo modelos franceses (Chrétien de Troyes). Los más conocidos fueron Erec y Iwein (Hartmann von Aue), Tristán e Isolda (Gottfried von Straßburg) y Parzival (Wolfram von Eschenbach). A parte de esta forma «moderna» de relato, se debe mencionar la gesta El cantar de los nibelungos.
En esta transición a la Época Moderna aparece el Der Ackermann aus Böhmen («El agricultor de Bohemia») de Johannes von Tepl.
A finales de la Edad Media apareció la imprenta de tipos móviles, que resultó ser revolucionaria. Finalmente el pergamino pudo ser sustituido por el papel, mucho más barato.