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literatura

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Romanticismo (hacia 1799–1835)

Bettina von Arnim.

El Romanticismo suele dividirse en cuatro épocas: inicial, pleno, tardío y posterior; en casos concretos no es sencillo realizar divisiones de autores y épocas.

El primer Romanticismo se puede considerar desde un punto de vista teórico literario la fase más interesante. Un grupo de autores que trabajaban en Jena y cultivaban una buena amistad, como los hermanos August Wilhelm (1767–1845) y Friedrich Schlegel (1772–1829), Wilhelm Heinrich Wackenroder (1773–1798), Ludwig Tieck (1773–1853) y Friedrich von Hardenberg (1772–1801), que publicaba bajo el seudónimo de Novalis, rompieron con muchas convenciones: por ejemplo, mezclaron en sus novelas poemas y baladas, pequeños cuentos, etc.; para ello a menudo hacían referencia a la obra de Goethe (Werther, Los años de aprendizaje de Wilhelm Meister). El hecho corresponde al concepto de «poesía universal progresiva» de Friedrich Schlegel, que no sólo reúne los géneros y conocimientos más diversos, sino que reflexiona sobre sí mismo y contiene su propia crítica. Uno de los instrumentos más importantes de esta «poesía de la reflexión» es la ironía, que saca a relucir que el estado ideal, que según la teoría clásica debe ser reflejado por el arte, se escapa a la imaginación del ser humano y que las imágenes a través de las que se intenta representar este estado, no son confiables. Por otra parte, nunca podemos estar seguros de los múltiples significados y creaciones de las obras literarias, por lo que lo mejor es dejarse llevar por el atrevimiento de la mentira que representa el arte. El fragmento literario es otro de los instrumentos apreciados por los románticos, en el que el arte reflexiona sobre su propio «fracaso» y se separa del concepto «clásico» de la obra armónica y cerrada en si misma, que representaba un estado ideal.

Como representantes del Romanticismo pleno se consideran Achim von Arnim (1781–1831) y Clemens Brentano (1778–1842). Editaron bajo el nombre de Des Knaben Wunderhorn («El cuerno mágico del muchacho») una colección de canciones populares. Fue su hermana y esposa respectivamente, Bettina von Arnim (1785–1859), la que con su obra Goethes Briefwechsel mit einem Kinde (1935, «Intercambio epistolar entre Goethe y un niño») que contribuyó de forma considerable a la popularidad de Goethe en Alemania, pero también describió una y otra vez las desigualdades sociales y políticas en Alemania en su obra (Armenbuch, «Libro de los pobres», Dies Buch gehört dem König, «Este libro pertenece al rey», sobre todo su apéndice, además de Polenbroschüre, «Folleto polaco»).

También los hermanos Jacob y Wilhelm Grimm pertenecen con su colección de cuentos populares a esta época. También se puede incluir en esta época la obra adulta de Tieck.

El autor más conocido del Romanticismo tardío es E. T. A. Hoffmann (1776–1822), que en relatos como Kater Murr («Gato Murr») y El hombre de arena empleó la ironía romántica de forma psicológica, con lo que extendió una poética moderna que ya no estaba basada en el idealismo. Al Romanticismo tardío pertenece además el poeta Joseph von Eichendorff (1788–1857).

Heinrich Heine (1797–1856) adopta a menudo una actitud irónica frente al Romanticismo y sus temas, y posiblemente debiera estar incluido en el primer Realismo.Georg Büchner.

Las corrientes literarias entre el Clasicismo y el Romanticismo por una parte y el Realismo burgués por otra no se dejan clasificar bajo una sola denominación. Para ello se emplean los nombres Biedermeier y Vormärz.

Los autores que se incluyen dentro del Vormärz estaban muy involucrados en la política y llegaron el poema político a su florecimiento. Muchos de ellos pertenecían a la agrupación informal Junges Deutschland (Alemania Joven), como era el caso de Georg Herwegh (1817–1875), Heinrich Laube (1806–1884), Karl Gutzkow (1811–1878) y Ferdinand Freiligrath (1810–1876). Imbuidos de un espíritu similar estuvieron Heinrich Heine (Die Harzreise, «El viaje por el Harz», Deutschland. Ein Wintermärchen, «Alemania. Un cuento de invierno»), Ludwig Börne (1786–1837) y Georg Büchner (1813–1837) (Woyzeck), muerto joven.

Otros autores, cuando no son incluidos en el Realismo, se incluyen en el Biedermeier. Conocidos sobre todo por su poesía son: Nikolaus Lenau (1802–1850), Eduard Mörike (1804–1875), Friedrich Rückert (1788–1866) y August von Platen (1796–1835). En prosa se deben mencionar a Annette von Droste-Hülshoff (1797–1848) (Die Judenbuche, «El haya de los judíos»), Adalbert Stifter (1805–1868), Jeremias Gotthelf (1797–1854) y el cuentista Wilhelm Hauff (1802–1827).

Entre los dramaturgos que perteneces más o menos al Biedermeier están Franz Grillparzer (1791–1872), Johann Nepomuk Nestroy (1801–1862) y Ferdinand Raimund (1790–1836). Grillparzer escribió tragedias similares a las del Clasicismo de Weimar, Nestroy y Raimund son representantes del Volksstück de Veina.

En el Realismo burgués o poético, los autores evitaron los grandes problemas sociales y políticos y se centraron en su patria chica, con sus paisajes y sus personajes. en el centro de todas las novelas, obras de teatro y poemas está el individuo. Una característica estilística de muchas de sus obras es el humor, que consigue una distancia de la insoportable y horrible realidad. Dirige sin embargo su denuncia hacia el error singular y las debilidades de la sociedad, y no hacia el sistema en sí.

El género preferido era inicialmente la novela corta. Ejemplos son Das Amulett («El amuleto») del suizo Conrad Ferdinand Meyer (1825–1898) y Der Schimmelreiter («El jinete del caballo blanco») de Theodor Storm (1817–1888). En el teatro permanece en el recuerdo Friedrich Hebbel (1813–1863) (con Maria Magdalena). Más tarde, además de la novela corta, apareció la novela, en la que se puede mencionar a Gustav Freytag (1816–1895) y Wilhelm Raabe (1831–1910).