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Es la primera vez que grababa en "desordenado", sin seguir el orden de la narrativa, pero teníamos un plan de rodaje. Teníamos que aprovechar la luz del sol al máximo por la mañana, que aparecía poco a poco en el jardín del museo. Además, también grabamos en diferentes localizaciones que están enlazadas en la historia, así que teníamos que anotar y acordarnos del último movimiento que Marta hacía para poderlo enlazar después. La principal dificultad fue mantener la iluminación más o menos igual con el simple equipo que teníamos.
Sin embargo, tengo que decir que ya echaba de menos coger la cámara y sólo grabar, volver a ver a través del objetivo y "bailar" con ella, ir dentro del mundo cinematográfico que estábamos creando.
Al final, pude tomar fotos muy interesantes de Marta en el Museu y acabamos con un trabajo lleno de simbolismo y metafórico.
Después de mucho trabajo de edición, la pieza escénica se adaptó bastante bien al formato audiovisual y además obtuve los colores deseados: un ambiente ligeramente cálido pero con los verdes (traje de Marta) y los rojos (manzana) resaltados.
No es un cortometraje que haya viajado mucho en comparación con FUTURO (2014), pero igualmente estamos orgullosas de lo que conseguimos.