CÁNCER ORAL EN MÉXICO
El cáncer oral o bucal, grave problema de salud pública en México, es cada
vez más frecuente entre los jóvenes. Desafortunadamente, en el país sólo
hay estudios aislados sobre neoplasias malignas bucales, la mayor parte
realizados en la Ciudad de México.
De acuerdo con María Dolores Jiménez Farfán, investigadora del
Laboratorio de Inmunología de la misma entidad, así como las mujeres
deben hacerse una autoexploración para prevenir el cáncer de mama, todas
las personas deberían revisarse las diferentes estructuras de la boca:
paladar, lengua, debajo de ésta... como una medida de prevención. De este
modo, si se percatan de un cambio de color o de textura en tejidos blandos,
una bolita, algo extraño, hay que recurrir al especialista.
En la práctica clínica cada vez se detectan más casos de cáncer bucal en
jóvenes, acotó Juan Carlos Hernández Guerrero, jefe del Laboratorio de
Inmunología. “Hace 10 años se observaban pocos en sujetos de 25 años. La
OMS establece su prevalencia entre los 55 y 60 años de edad”.
Quizá en niños y adolescentes no sea el principal problema de salud
bucodental, pero en la adolescencia muchas personas comienzan a
exponerse a factores de riesgo como el alcohol, el tabaco y el virus del
papiloma humano, los cuales están asociados al cáncer bucal, dijo.
No se sabe cuál es la frecuencia del cáncer bucal en la población mexicana,
pues sólo hay estudios aislados (unos en lengua o paladar, otros en
glándulas salivales y encía), la mayoría en la Ciudad de México.
“También se desconoce el pronóstico de esta neoplasia maligna. No
tenemos conocimiento de cómo se comporta en los labios o en la base de la
lengua en las poblaciones de México, debido a que los factores de riesgo
asociados son diversos. Incluso no es lo mismo un cáncer bucal en Perú que
en nuestro país”, indicó Constantino Ledesma.
Además, el tratamiento no está bien institucionalizado, pues no se trata de
igual manera en el Instituto Nacional de Cancerología, que en el Instituto
Nacional de Pediatría, o en la práctica privada.
“No sólo tabaco y alcohol, también alimentos envasados y tratados con
químicos contienen componentes potencialmente cancerígenos. Hay más
de dos mil 500 sustancias generadas por la combustión del tabaco, muchas