Después de muchos ruegos de sus fans para grabar un álbum de larga
duración, Ipsilon decide embarcarse en una aventura que duraría tres
años completos de trabajo muy duro y dedicación.
La banda decide ir hasta el final y desarrolla un complejo concepto
basado en la antigua mitología mesopotámica con un toque de ciencia
ficción. Para ello contaron con colaboraciones estelares de la escena del
metal español, incluyendo a “Sherpa” del mítico grupo “Barón Rojo”,
José Vicente Broseta de “Opera Magna”, Gema Vau de
“BiosFear”, y el guitarrista Fran Soler.
Debido a la naturaleza del concepto, la música también sufre una
transformación; se inclina más hacia el género del metal progresivo y
añadiendo detalles sinfónicos épicos para acentuar la narración
cinematográfica.
El estilo puede ser descrito como una mezcla entre las óperas rock
sinfónicas de grupos como Ayreon, el power metal sinfónico de
Nightwish y los elementos más oscuros y dramáticos de Pain of
Salvation, entre otros. A fin de dar vida al album, Ipsilon tomó muy en
serio la necesidad de invertir en una producción profesional en cada uno
de sus aspectos.
Para la producción de sonido la banda contó con el ingeniero
Sebastian Levermann, de Orden Ogan, banda alemana que está
liderando el panorama del metal internacional. Asumiendo las
funciones de mezcla, Sebastian aportó el sonido exacto que la música
necesitaba.
38