A continuación, podemos apreciar algo más clásico con “Be the
flame”; así como algo único e interesante con “Guacamayo”; para
luego brincar a “Paranoid man”, un lado más oscuro y hasta cierto
punto drástico. Las líricas, principalmente en la última mencionada,
nos permiten encontrar un sentimiento de aflicción un tanto
nostálgico pero fuerte y crudo.
Para cerrar con broche de oro, Apeirön nos entrega “Suicide
System”, que está llena de variables que nos llevarán por un camino
de crítica e inconformidad; con coros contundentes y desafiantes, así
como una entonación magnífica al ritmo de bandas como Creator e
inclusive Sodom.
Una de las peculiaridades de Apeirön es que, a pesar de estar en
el rubro del Death, ha manejado en su música una innovación
bastante buena e interesante que los diferencia de aquellos sonidos
muertos y poco destellantes de dicho género. Es una buena
recomendación para aquellos que buscan algo bueno y con
características únicas en su sonido; pero también es totalmente
recomendado para aquellos que no son tan apegados al sonido del
Death Metal, puesto que la banda va más allá que un simple guitarreo
al estilo de este género clásico.
41