Cuícatl Rock Enero-Febrero, 2015 | Page 47

Sin más preámbulos comenzamos a analizar el primer corte de este trabajo, titulado como el opening del mismo: “Alas de Acero”. Con poco más de seis minutos de duración, este tema de elementos potentes y rápidos nos remite al legado de bandas como los argentinos de Malón o proyectos mexicanos ochenteros como Ramsés o Raxas, y nos lleva a recordar la figura emblemática de los kamikazes, unidades suicidas del ejército japonés que causaron terribles estragos a los cuerpos militares aliados durante la segunda guerra mundial. En este track la voz de Miguel Anhell se escucha fenomenal dando notorios ejemplos de su calidad como vocal, mismo que no pretende adecuarse a la moda de las voces contra altos, guturales y agudos. La base rítmica de Karla y Armando acompañan bastante bien esta pieza y el aporte en los solos que Andrew Friedman, guitarrista de Heavy Blaze y “manda más” de Allory Studios, hacen una amalgama que deja a nuestro oídos con ganas de seguir escuchando el trabajo. Sencillamente una “rola” que en vivo motivará a un slam inmediato. La canción que le sigue “Alimenta a los Cerdos”, es una clara denuncia a la corrupta y denigrante clase política que gobierna nuestro país. Este corte, que no tiene consideraciones, arguye y pone el dedo en la llaga en uno de los problemas más fuertes que padece México; y es que, como ellos mismos lo reafirman en múltiples entrevistas, este tipo de temas tiene por objetivo darle al heavy un sello de confrontación social, lo que hace a Ángel de Metal un grupo “combativo”. Volviendo a este poderoso track, la energía desatada aquí obliga a medio mundo que al escucharla se agite la cabeza y levante el puño. De nueva cuenta la solidez de la banda se palpa en la interpretación, lo que lleva a que se piense este corte como un posible videoclip de promoción. Estaremos al pendiente. Continuando con la escucha, “Bajo el mismo Sol”, representa el primer aliento que ofrece la banda a cada persona que oye su trabajo. La letra, que es alentadora sin caer en niveles “de cursilería”, nos incita a reflexionar, a continuar con nuestra vida y a valorar lo que hasta en nuestra escena hace falta: el sentido de fraternidad y apoyo mutuo. A mi parecer esto es lo que más vale de este tipo de trabajos y en especial del heavy metal: la invitación a no darse por vencidos y a mantenerse en pie cueste lo que cueste para poder cumplir con nuestros sueños. 47