Del mismo modo, que un instrumento
este completamente hecho a mano no
significa que sea peor que uno hecho
a máquina, simplemente habrá nece-
sitado de más tiempo para su fabrica-
ción. Todo depende del punto de vista
con que veamos las cosas, si lo hace-
mos desde la parte romántica de este
oficio o desde la parte más fría y cere-
bral de un luthier que necesita ganar
tiempo para que su negocio funcione.
Así que la próxima vez que os crucéis
con un instrumento de luthier o de una
gran factoría no penséis en cómo está
construido, si a mano o a máquina, ya
que en los dos casos la mano de un
luthier tarde o temprano a pasado por
él solo que en el caso de una fábrica
se trabaja a gran escala y en el de un
luthier a pequeña-mediana escala.
Lo que marque la diferencia será no
la máquina, sino la experiencia y habi-
lidad de las manos que hayan pasado
por ese instrumento. Como bien dijo
Maquiavelo, “el fin justifica los me-
dios”.
Xavier Lorita
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Cutaway Magazine /71