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Didáctica “DOMINANDO LOS DOMINANTES” S in lugar a dudas, uno de los aspectos que más preocupan al improvisador es el hecho de no sonar monótono. Si bien para lograr este cometido es muy importante abordar en detalle el aspecto rítmico, también el tener distintas opciones para aplicar en el aspecto melódico hace que gocemos de muchas variantes para “colorear” nuestros solos. Uno de los acordes que primero se suele investigar para tal fin es el acorde 7 dominante, ya que su sonido amerita el uso de distintos elementos para generar tensión. Abordaremos entonces algunas de las posibilidades más habituales para enriquecer un dominante (V) que resuelve en el acorde de tónica (I). 44 Cutaway Magazine /72 Veremos los ejemplos sobre una progresión de II V I (Dm7/G7/Cmaj7) para apreciar mejor el fenómeno de tensión y resolución. Además lo haremos todo en la misma tonalidad (C) para facilitar la comparación entre las distintas sonoridades obtenidas mediante el uso de las escalas aplicadas sobre el acorde G7. En el Ej. 1 vemos cómo funciona la escala menor armónica en un contexto de tonalidad mayor. Es un recurso relativamente fácil de pensar y aplicar. Sobre el acorde G7 estamos aplicando C menor armónica, si hablamos de modos sería el modo mixolidio b9 b13 de G, también llamado modo frigio mayor. Como les decía, la relación es sencilla de establecer: en vez de continuar en la escala de C cambiamos a C menor armónica cuando suena el V7. Nuestras escalas de referencia mantienen la misma tónica; eso ayuda mucho a la hora de comenzar esta práctica. Con el Ej. 2 comenzamos a echarle mano a una de las escalas más explotadas por los improvisadores de las últimas décadas: la escala menor melódica, sobre la cual me extenderé en próximos artículos. En esta frase estamos aplicando la escala de F menor melódica sobre el acorde de G7. Para agilizar nuestra práctica podemos comenzar pensando en aplicar la escala menor melódica un tono debajo de la tónica del acorde 7. Este modo se llama frigio con sexta mayor (6M), y es una buena forma de sonar suave sobre un dominante a la vez que introducimos algunas alteraciones sobre el mismo. Y ya que estamos con la escala menor melódica, ¿por qué no seguir indagando en ella? En el Ej. 3 suena Ab menor melódica sobre G7. Nuevamente, una fórmula fácil de recordar: escala menor melódica un semitono arriba del acorde dominante. Estamos hablando del modo superlocrio de G o escala alterada (nunca mejor puesto este nombre, ya que contiene las cuatro alteraciones: b9 #9 b5 #5). ¿Van notando el cambio en la sonoridad? A que enriquece mucho nuestro discurso… Pues llega el turno de las llamadas escalas simétricas en nuestras dos últimas frases. En el Ej. 4 veremos que abundan los arpegios: sobre Dm7