5-Dar el resto de vueltas (2 a 3 vueltas
para las gruesas y 4 a 7 vueltas para
las finas) por debajo del sobrante.
Para esta operación me ayudo de una
manivela de afinación que acelera el
trabajo.
3-Retraer la cuerda en ese sobrante
El resultado final, podemos ver como
una vuelta (la primera que dimos a
mano) queda por encima del sobrante
de la cuerda y las siguientes (2 vueltas
en el caso de la foto) por debajo del
sobrante.
Pasos 1,2 y 3 igual que en método 1º
FOTO 9
4. Damos media vuelta al sobrante
por detrás de la clavija y hacemos que
pase por debajo de la cuerda y vuelva
a emerger hacia arriba. Es importante
realizar esta operación aplicando una
ligera fuerza
FOTO 7
Es posible utilizar el sistema explicado
como método 2 pero en vez de dar 2 o
más vueltas al poste de afinación, dar
únicamente media vuelta.
Este sistema nos da el templado más
rápido (de hecho tan rápido como en
el caso de unas clavijas de bloqueo).
FOTO 6
Es el método ideal para cambiar una
cuerda justo antes de un concierto o
en medio de él.
4-Dar una vuelta por encima del
sobrante, yo lo hago a mano.
FOTO 8
2º MÉTODO
Es el empleado por el resto de
fabricantes.
Su principal ventaja es que templa
ligeramente más rápido que el 1er
método. Su inconveniente es que la
cuerda se retira con un poco más de
dificultad.
6.-Damos el resto de vueltas por debajo
de la salida del sobrante. Podemos
apreciar como la cuerda queda auto
aprisionada por sí misma, de ahí que
quede “mirando” hacia arriba.
En común para los dos métodos: es
muy importante fijarse en el lado
del poste por el que sale la cuerda y
hacerlo correctamente. Si lo hacemos
mal, las clavijas actuarán de manera
inversa, además de correrse el riesgo
de dañar la cejuela así como de que la
guitarra mantenga peor la afinación.
Después de afinar la guitarra, conviene
que le peguemos ligeros tirones a las
cuerdas para que los nudos se cierren
y después volver a afinar.
luthier
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