Cuando nos resulte fácil cambiar del lado izquierdo al derecho y viceversa tendremos a tiro todos los arpegios asegurándonos el mínimo desplazamiento obligatorio de muñeca .
En el Ej . 1 tenemos una típica progresión I , IV , V sobre la que practicar las digitaciones explicadas . Los números que van sobre el tabulado corresponden a la digitación . Tocar este ejercicio en varios ritmos y en todos los tonos nos ayudará a comprender cómo funcionan las digitaciones para enlazar acordes .
Un ejercicio que nos abrirá los ojos y los oídos a todas las posibilidades de estas figuras de digitación es el Ej . 2a . Consiste en desplazarse a lo largo del círculo de quintas utilizando a voluntad las cuatro digitaciones propuestas . Al principio puede resultar un lío , pero con paciencia el lío se acaba solucionando . Como se verá , la digitación de la Fig . A se puede utilizar cuando la tónica se encuentra en las cuerdas 4 , 3 y 2 , pero no cuando se encuentra en la 1 ; la digitación de la Fig . B , se puede utilizar con tónica en las cuerdas 3 , 2 y 1 , pero no si está en la 4 ; la digitación de la Fig . C , con tónica en las cuerdas 4 y 3 , pero no si está en 2 o en 1 ; y por último , la digitación de la Fig . D , con tónica en las cuerdas 3 , 2 y 1 , pero no si está la 4 . Compruébese .
Me reitero en que hay que comenzar despacio y siendo conscientes de lo que estamos tocando . Cantar las notas que estamos tocando sería también interesante y de paso trabajaríamos el oído . Con cierta práctica conseguiremos superar el dilema de qué digitación utilizar en cada momento . A partir de ahí empezaremos a extender el ejercicio a lo largo y ancho del mástil , incluyendo las cuerdas al aire . Como también se verá , el ejercicio tiende a llevarnos en sentido ascendente ( hacia las pastillas ). Esto lo corregiremos siempre que queramos como se muestra en el Ej . 2b .
Con sumo cuidado , pasamos de la digitación A a la D , lo que nos permite remontar el diapasón en sentido descendente ( hacia la pala ).
El cambio por intervalos de cuarta es muy común en casi todos los estilos de música y puede que sea la forma más extendida de encadenar acordes . Asimismo veremos que , una vez dominado el cambio por cuartas , resulta más fácil cualquier otro tipo de cambio .
Una vez dominado esto se puede uno empezar a divertir un poco . ¿ Qué tal un cambio de tempo y de estilo ? Si tenemos a mano un secuenciador o software equivalente ( tipo Band in a Box ) podemos programar una progresión como la del Ej . 1 , o una más larga con todo el círculo de quintas repitiéndose , para tocar sobre ella y comprobar de qué forma funcionan los enlaces .
Podemos alterar la secuencia del arpegio ( C , G , E , C , por ejemplo ). Es interesante buscar cualquier tipo de aliciente para que los ejercicios resulten más llevaderos . Porque de eso es de lo que se trata en el fondo . De disfrutar haciendo música .
José Sala B & B MAGAZINE # 45 DIDACTICA 36