Tiene un sonido grueso, definido y muy
rico en medios. Como no podía ser de
otra manera para recrear el sonido de
la época, lleva montadas unas cuerdas
flatwound que le aportan una calidez al
sonido muy bonita y eliminan el brillo
metálico.
El pote de tono nos aporta un gran
recorrido de juego para recortar en
agudos y adaptar nuestro sonido de
forma instantánea a las necesidades
hasta poder sacarle ese sonido grave
apagado característico que se podría
B&B MAGAZINE #51
confundir con un contrabajo.
Es un instrumento rígido en sus formas,
ya que todas las modificaciones que
se han ido haciendo a los cuerpos y
mástiles para ganar comodidad no
están presentes en este instrumento, el
cuerpo es un tablón recto con bastante
grosor, aunque muy ligero gracias al
tipo de fresno, y el mástil es un bate de
beisbol con un grosor que al principio
resulta impactante, aunque en pocos
minutos te adaptas y no le das mayor
importancia.
Que más se podría decir de un
instrumento así, tiene un sonido que
empasta con cualquier estilo, con una
relación peso/comodidad muy buena
y además el plus de esa sensación de
tocar un instrumento con tanta historia
detrás.
El único inconveniente que le veo es
el precio que puede alcanzar en el
mercado si queremos hacernos con uno
de las mismas características.
Alex Casal