Curso- Conservación de suelos y tecnología de agua. Unidad 2. Maestr C8U2 | Page 11

Fotografía 10. Zanjas de infiltración Zanjas filtrantes: Son zanjas de poca profundidad, de menos de un metro y de entre 0,45 y 0,80 metros de ancho, excavadas en el terreno, que recogen y distribuyen las aguas residuales sobre un lecho de tierra vegetal, grava y arena. Zanjas de trinchera: Las zanjas de trinchera permiten retener grandes cantidades de agua de lluvia infiltrándola al subsuelo, permitiendo la recuperación de manantiales y en muchos casos, hasta el surgimiento de nuevos manantiales donde antes no existían. Por ejemplo, una zanja de 60 centímetros de profundidad por 60 centímetros de alto, y un metro de largo, puede retener 360 litros de agua cada vez que se llena. Una hectárea con 400 metros lineales de zanjas de trinchera, puede retener más de 140.000 litros de agua cada vez que las zanjas se llenan y esto ocurre varias veces durante la época de lluvias. Terraza: Es muy efectiva para controlar la erosión y es tal vez una de las obras más estéticas de todas. Sin embargo, debido a su costo relativamente alto y su requisito de suelos profundos, tiene una aplicación limitada a condiciones más específicas que las zanjas. A continuación, se mencionan los tipos de terrazas más utilizados: Terrazas individuales: Son pequeñas plataformas circulares o redondas trazadas al tresbolillo. Al igual que las demás terrazas, tienen un corte y un relleno, pero no son continuas. Además de su función de reducir la erosión, la terraza individual permite la captación y conservación de humedad y el mejor aprovechamiento de los fertilizantes.