Curso 5- Maestría en manejo y gestión de cuencas hidrográficas UNIDAD 1 | Page 11

el cual se considere la gestión requerida para llevar a la ejecución el plan de manejo. Desde luego la planificación es parte de todo el proceso desde el momento en que se toman las decisiones de elaborar un plan de manejo de la cuenca. Otro elemento que si bien es cierto no es totalmente moderno, es que se promueve una gestión participativa, no solo concertada y responsable, sino proactiva y generadora de empoderamiento, de liderazgo y capacidades para lograr autonomía en las diferentes etapas de la planificación, gestión y manejo del territorio. Esta nueva visión de la gestión participativa también implica conocer las políticas públicas y las estrategias para lograr el concurso de todas las instituciones gubernamentales, no gubernamentales y del sector privado, como motores de las inversiones que requieren los cambios significativos en las cuencas, hasta lograr los impactos al desarrollo. El elemento más importante en definir a la cuenca como unidad de planificación y gestión de los recursos naturales es que la misma constituye un sistema del cual se esperan la generación de bienes (madera, alimentos para los seres humanos, pastos, forrajes, entre otros) y servicios ecosistémicos (agua, biodiversidad, oxígeno, captura de CO2, reciclaje de nutrientes, belleza paisajística, reducción de inundaciones y sequías, control de deslizamiento, entre otros). 1.6. El ciclo del manejo y de la gestión de cuencas a) El ciclo para el manejo de cuencas La elaboración de un plan de manejo de cuencas requiere el desarrollo de actividades organizadas que sigan una secuencia lógica-técnica basada en procesos participativos y consultivos, en el cual los actores de las cuencas hidrográficas expresan sus planteamientos para definir cada uno de los resultados esperados para cada fase o etapa (Figura 6). La decisión de iniciar el proceso de planificación implica lograr los siguientes aspectos mínimos: a) La articulación institucional (coordinación, consultas y lineamientos), conociendo e insertando el plan de manejo de cuencas en sus políticas de planificación. b) El reconocimiento del territorio, la organización, acceso y levantamiento de información, de calidad (información oficial, escala de acuerdo al objetivo del plan, información actualizada, entre otros), en cantidad (datos meteorológicos, caudales, entre otros) y pertinente en cada uno de los temas.