Curso 4. Planificación de la tierra Curso 4 con portada | Page 14

principalmente por los objetivos del estudio. Los siguientes factores deberían estar implícitos en la definición del TUT:  La descripción de un sistema de producción existente o previsto de la agricultura, en términos de cultivos, técnicas de producción y el tipo y variedad de entradas y resultados esperados.  La identificación de factores importantes que afectan al potencial de producción, como los límites a la mecanización de las tierras en pendiente y los requerimientos de riego de los suelos.  Los escenarios de producción a ser modelados y el nivel de las limitaciones de producción que se supone que hay que superar en cada escenario.  La cuantificación de los niveles iniciales (mano de obra, materiales, capital, etc.) asociado con escenarios de producción diferentes. Esto se utiliza para: El cálculo de los niveles probables iniciales de entrada que corresponden a los resultados previos. El cálculo del total de demanda de insumos en relación con la disponibilidad de recursos reales o previstos a nivel del país, regional, departamental o provincial. 1.6. La agricultura de precisión Agricultura de precisión es un concepto agrícola basado en la existencia de variabilidad en campo. Requiere el uso de nuevas tecnologías, tales como sistemas de posicionamiento global (GPS), sensores, satélites e imágenes aéreas junto con herramientas de manejo de información (SIG) para estimar, evaluar y entender dichas variaciones. La aplicación más exitosa de la Agricultura de Precisión ha sido los monitores de rendimientos instalados en cosechadoras. La mayoría de la tecnología de computación aplicada a la agricultura en el pasado estaba destinada a tareas que los productores encontraban aburridas y desagradables (ej. impuestos, contabilidad, pagos). Los monitores brindan información sobre algo en que los productores tienen un interés apasionado: el rendimiento de los cultivos. El uso de monitores de rendimiento ha crecido rápidamente desde las pruebas a campo realizadas con algunos equipos desde 1992. Los monitores tienden a estar instalados en cosechadoras modernas, más grandes, por eso se estima que se utilizaron en aproximadamente el 8% de la superficie cosechada de cereales y oleaginosas. Los monitores de rendimiento originales eran para granos de cereales y oleaginosas, pero hoy en día se están desarrollando para un amplio rango de cultivos, incluyendo forraje, remolacha azucarera, papa, tomate, maní y uvas. También se están desarrollando métodos, a través de un GPS, para lograr mapas espaciales de cultivos cosechados a mano, como manzanas y peras. Los primeros monitores de rendimiento solamente medían la cantidad producida. Actualmente se está desarrollando y comercializando equipamientos para medir contenido de proteína en grano y otros parámetros de calidad, sobre la marcha.