Las
pérdidas
por
infiltración
varían
según
la
textura
del
suelo
y
las
prácticas
de
construcción.
Sin
embargo,
en
un
estanque
bien
construido,
éstas
deben
ser
insignificantes
en
suelos
pesados,
y
no
deben
pasar
de
un
5%
en
suelos
más
permeables.
Una
alternativa
para
reducir
la
infiltración
al
mínimo,
es
el
empleo
de
geomembranas,
plásticos,
o
concreto,
aunque
su
uso
debe
responder,
tanto
a
criterios
técnicos
como
económicos.
En
muchos
países,
el
porcentaje
de
suelos
pesados
es
muy
poco
(5%),
por
lo
que
impermeabilizar
los
suelos,
normalmente
es
una
práctica
necesaria
para
evitar
pérdidas
por
infiltración.
Agua
de
reserva
Mantener
un
volumen
de
agua
de
reserva
evita
que
el
estanque
se
seque
demasiado
y
se
agriete
(si
es
de
suelo)
y,
además,
si
hay
cobertura
plástica
o
de
geomembrana,
es
factible
extraer
los
sedimentos
con
un
grado
de
humedad,
sin
que
le
hagan
daño
a
la
cobertura.
La
profundidad
del
agua
de
reserva
varía,
según
el
uso
deseado
y
la
cantidad
de
sedimentos
esperada.
Sedimentador
El
sedimentador
sirve
para
la
separación
parcial
de
partículas
sólidas
suspendidas
en
un
líquido
por
acción
de
la
gravedad.
Siempre
que
sea
posible,
es
adecuado
instalar
un
sedimentador
a
la
entrada
del
reservorio,
con
el
fin
de
evitar
que
muchas
partículas
entren
al
estanque,
con
su
consecuente
problema
de
acumulación
en
el
fondo
e,
inclusive,
contaminación
de
aguas
y
obstrucción
de
tuberías.
Suele
haber
diferencias
entre
la
sedimentación
de
partículas
finas
y
gruesas,
ya
que,
en
el
primer
caso,
se
producen
interacciones
importantes
entre
las
partículas,
que
dan
lugar
a
estados
colo