sedimentación.
Como
se
muestra
en
la
tabla
14,
la
velocidad
está
en
función
del
material
de
arrastre.
Tabla
14.
Velocidades
(m/s)
mínimas
en
cauces
para
evitar
la
sedimentación
Fuente:
Pizarro,
1978.
Sección típica. Según IMTA (1986), para la red básica de drenaje se deben
utilizar zanjas a cielo abierto de sección trapecial, cuyo nivel de agua esté siempre
abajo del terreno, ya que solo en estas condiciones se permitirá el desfogue de los
drenes superficiales y subterráneos, además del escurrimiento lateral del agua
superficial hacia el interior de los mismos.
Para
lograr
lo
anterior,
es
indispensable
que
toda
la
sección
del
canal
de
drenaje
se
forme
mediante
excavación
de
la
cubeta
de
los
canales
de
drenaje,
con
una
profundidad
mínima
de
1.2
a
1.8
m,
incluyendo
el
bordo
libre
del
25%
de
la
profundidad
de
diseño,
como
lo
señala
Luthin
(1967).
En
los
suelos
de
turba
y
orgánicos,
se
debe
incluir
un
valor
adicional
para
considerar
asentamientos.
Taludes
“Z”.
La
inclinación
depende
en
cada
caso
particular
de
varios
factores,
pero
muy
particularmente
de
la
clase
de
terreno
donde
están
alojados.
Por
ejemplo,
en
un
material
rocoso
se
podrán
permitir
taludes
que
tiendan
a
ser
verticales,
en
cambio
en
terrenos
más
arenosos
se
tendrá
que
construir
con
taludes
más
tendidos,
para
evitar
derrumbes,
etc.,
que
elevan
los
costos
de
conservación
(Tabla
15).
Tabla
15.
Talud
para
secciones
trapeciales
en
diferentes
materiales.
Fuente:
Trueba,
1984.
Los
taludes
recomendados
para
los
canales
de
desagüe
se
presentan
en
la
Tabla
16.