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Mi Abuelo
¿Después de la muerte viene algo mejor? Bueno, se dice que hay dos diferentes lugares a los que puedes ir a parar si mueres. ¿Pero eso será cierto? El día que me hice éstas preguntas fue poco antes de que mi abuelo falleciera, me acuerdo que estaba en un callejón de un hospital donde se oían pasar camillas con otros pacientes y doctores discutiendo acerca de los pacientes más graves y yo, esperando a saber algo de él. Fue entonces que me hice estas preguntas: ¿Estará bien? ¿será que lo volveré a ver? No lo sé, dos días después me recogieron del colegio y me llegó la noticia de que aquello que más quería se fue de mi vida y yo con el alma partida, pero sabiendo que se fue a un mejor lugar. Una semana después me tocó despedirme de él en la funeraria, con personas llorando por su ser querido y yo sin hacer un solo movimiento. Todavía me acuerdo de los nervios que sentía al verlo en el ataúd; tantos momentos que vi pasar por mi mente, recuerdos que se quedarán plasmados para siempre. En eso siento que alguien me trata de decir algo, ése era mi abuelo con su voz un poco ronca que decía que todavía no se quería ir y que todavía le faltaba algo por hacer. Pocos días antes de que me graduara de secundaria, exactamente en exámenes, sentía que alguien me estaba ayudando; fue ese momento en el que pensé que me sabía todo lo que venía en el examen sin haber estudiado casi nada.
a mi abuelo el que me estaba ayudando, al parecer tiene sentido,¿no? Probablemente a eso se refería cuando dijo que todavía le faltaba algo por hacer, esa era la razón por la que no se podía ir de este mundo. Después al momento de graduarme sentí un alivio el que me decía que mi abuelo había completado todo lo que tenía que hacer y que por fin podía descansar en paz. Pero aún me sigo preguntando, ¿por qué me eligió a mí para darme ese mensaje? ¿Acaso yo era lo único que impedía que se fuera? En eso me acordé de un momento en el que me dijo que el desearía que Dios le diera la suficiente salud para verme salir de un momento tan importante como lo era la secundaria. Que conmovedor fue para mí cuando me acordé de aquello, la verdad todo aquello que me había preguntado fue respondido no sólo por mí, sino por mi abuelo, qué bueno que se fue no solo feliz sino sabiendo que había cumplido su sueño en este mundo.
Por: Mauricio Cortés Sauceda
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