La solería barroca está acompañada de dos balcones sin acceso ni salida , abarrotados de muñecos de trapo que no sabemos si observan , corean o abuchean ; volvemos al extrañamiento y alineamiento .
Si el nivel inferior del atrio estaba ocupado por un solo tentetieso , aquí es un grupo numeroso de hombres con máscaras de sórdidas muecas parecen hablar mientras la única figura sin máscara , una persona de edad avanzada y rasgos individuales aparece aislada . Risotadas que parecen resonar en todo el edificio , figuras acartonadas que dialogan de forma imposible , el espectador vuelve a situarse dentro de la narración .
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