culdbura nº 14 Culdbura nº 14 | Page 70

―¡De vergüenza! ―juzgó el escu- chante, tomando la palabra―. Dicen las malas lenguas que, actualmente, el femi- nismo está empeñado en hallarle una solu- ción al vocablo “mierda”, tan difícil de desafectar del género que, según su dicta- men, no le corresponde. ―En fin… ―suspiró el par. ―Respecto de lo que decía usted antes ―lo atajó enseguida su gemelo― de que el progresismo aúna todos los ismos de carác- ter social que implican a su entender evolu- ción sobre lo establecido… he de reconocer que no puedo estar más de acuerdo. De hecho, el progresista lo es porque es femi- nista, animalista, ecologista, etc., etc. al mismo tiempo. Que, luego, a la hora de lle- var a cabo los actos de propaganda y distin- tas formas de acción directa, cada movimiento o grupo esté especializado en una de esas doctrinas, no quiere decir que no estén dispuestos a movilizarse en favor de todas las demás. Bueno, miento; por ejemplo, no todes les animalistes son vega- nes, aunque todes les veganes sean anima- listes. O sea, la regla general de que todos son de todo no se cumple cuando dentro de una categoría principal se dan varias subca- tegorías. Así, continuando con el ejemplo anterior, dentro de les animalistes, están les vegetarianes y les veganes. Vegetarianes y veganes son animalistes, pero les vegetaria- nes no son veganes. ―Sé lo que quiere usted decir, aunque lo he visto un poco liado en su explicación. ―Debo reconocérselo, pero es que es un asunto muy lioso. Acabarán volviéndonos locos y, si no, al tiempo. La transformación que pretenden del lenguaje, que, por desgra- cia, dado el percal, conseguirán se institucio- nalice más pronto que tarde, parece conllevar esa intención. Estoy seguro de que surtiría el mismo efecto que si se practicara una lobotomía al conjunto de la población. ―¿Y lo lograrán antes de que la socie- dad se descomponga? Mire usted que ya ha empezado a desarreglarse, y eso suele en- trañar una aceleración progresiva. Muy pocas veces, mano dura civil mediante, se consigue detener la descomposición a tiempo, y solo manu militari, puede obtenerse un mayor nú- mero de éxitos, nunca en todos los casos. ―Desde luego, el día que logren co- rromper absolutamente el lenguaje habrá ya poco que hacer. Dese usted cuenta de que, actualmente, los carnívoros, vamos a etique- tarnos con el nombre con que la progresía vegana gusta de motejarnos… Aquí estaría- mos incluidos todos los que el progresismo en general llama machistas, conservadores, retrógrados, fachas… Y habría ya poco que hacer porque los carnívoros, todavía mayori- tarios a estas fechas, creo yo, consentimos, con total naturalidad, la existencia de cual- quier tipo de facción progre, dejando hacer y actuar, mientras que, por el contrario, la ac- titud de los progresistas es cada vez más be- ligerante hacia nosotros, por mucho que alardeen, cómo no, de pacifistas; esto es, contrarios a toda violencia; o sea, que no se permiten otras armas, de boquilla al menos, para alcanzar sus propósitos que la desobe- diencia civil y la resistencia pasiva. ―Onoma- topeyó un conato de carcajada, ja-ja―. Porque no tengo yo muy claro que lo de las activistas de Femen, cuando irrumpen con las tetas al aire en los actos que intentan re- ventar, se trate precisamente de semejante resistencia. ―Carraspeó y se llevó la mano a la garganta, masajeándose las cuerdas voca- les con los dedos durante unos instantes―. Lo que me extraña ―prosiguió con su parla- mento― es que tales acciones no hayan pro- vocado todavía entre nosotros, la carcundia, al menos que yo sepa, el surgimiento de un grupo Mascul cuyos activistas se dediquen a que el lenguaje, tanto el oral como el es- crito, tiene que ser inclusivo y no sexista siempre, nombrando a ambos géneros, sobre todo a la hora de hacer el plural, hom- bres y mujeres, cocodrilos y cocodrilas, al- bérchigos y manzanas, y en el colmo de la magnanimidad, en atención a las personas que no se sienten hombres ni mujeres, neu- tro, con la utilización de la “e” en lugar de las vocales “a” y “o”, indicadoras de los gé- neros femenino y masculino respectiva- mente, fórmula que también, sugieren, podría servir para significar un plural univer- sal.