—Vale, pero ¿cuándo demonios se con-
vierte todo esto en el maldito planeta de tu-
ristas? —le tuve que preguntar en un tono
algo nervioso, ya que todo aquello me pare-
cía un galimatías poco apto para el número
14 de Culdbura, ni tampoco para el 15.
—¡Hombre!, es que se necesita primero
ofrecer una exposición y un desarrollo, para
luego terminar con las conclusiones. De lo
contrario nada se entendería.
mié.
—Pues venga que tengo prisa —le apre-
—Pero si soy yo el que tengo una cita
con la mercedarias de la caridad, no tú.
—Sí, pero tu cita la puedo postergar yo
a placer, mientras que en mis asuntos tú no
puedes inmiscuirte.
—Eso de que no puedo inmiscuirme en
tus asuntos habría que verlo —me contestó
airado y con cierta cara de almendra amarga.
—Bueno no estamos aquí para discutir,
que eso ya lo hacemos cuando me pongo al
ordenador para darle al argumento nove-
lesco.
Llegados a este punto, por fin, comenzó
a proporcionarme una serie de explicaciones
de lo que ocurrió con posterioridad a que se
dictara la Ley General de Esterilización y En-
gorde de la Población Humana Planetaria y
Extraplanetaria.
Resulta que como el estado depresivo
de los individuos aumentaba según iban pa-
sando las décadas, se produjo dentro del Go-
bierno Planetario una especie de revuelta,
con asalto incluido a las instituciones. A lo
tonto ya nos hemos puesto en el año 2550,
lustro arriba lustro abajo. De este nuevo
golpe de timón dado por las renovadas auto-
ridades que regían (regirán) el mundo, según
me contaba RamonA, surgieron nuevas nor-
mas de comportamiento y nuevas leyes para
cumplir. Para muestra un botón:
1.-El Gobierno Planetario pasará a de-
nominarse Gobierno Eudaimónico 5 de la Tie-
rra y Planetas Adyacentes.
2.-Todo individuo humano deberá, como
mínimo, presentar una masa corporal con un
tipo de obesidad del grado I. Se gratificará
económicamente con pluses de sobrepeso ..
mensuales a todos aquellos que superen la
obesidad mórbida (grado III).
3.-Cada individuo, desde el momento
de ser extraído de la probeta placentaria, se
compromete a ser feliz durante el resto de su
existencia planetaria o extraplanetaria.
4.-A partir de los 4 años de existencia,
1º año extraplacentario 6 , todo ejemplar de
Homo sapiens deberá pasar a formar parte
del conjunto de la Sociedad Viajera.
El caso es que mi personaje no paraba
de hablarme de extraños acontecimientos so-
ciales, pero allí no aparecía nunca el planeta
de turistas.
5.-Sólo se podrá permanecer en el do-
micilio gubernamental asignado, por un pe-
riodo continuo no superior a los siete días. Si
se supera este plazo sin realizar viaje alguno,
se aplicarán penas de turismo forzoso en los
destinos de castigo asignados por el Go-
bierno Eudaimónico.
—¿Y qué destinos eran esos? —tuve
que interrumpirle a mi amigo, justo en el mo-
mento en que no paraba de enumerarme una
ley tras otra.
—Pues había dos lugares de castigo por
excelencia, que eran Marte y Pompeya —me
contestó RamonA, mientras miraba nervioso
el reloj de su teléfono móvil.
5 Recordemos que la eudaimonía representaba para
los filósofos griegos el estado de felicidad y
bienestar. Por eso cuando una corriente filosófica
buscaba como finalidad la felicidad del individuo, se
la clasificaba como filosofía eudaimónica.
6 Recordemos que los cuatro primeros años, los
bebés los pasaban dentro de una probeta
placentaria, que en realidad no era otra cosa que una
piscina cubierta con un montón de fetos e infantes
dentro, con sus respectivos cordones umbilicales
conectados a la Cibermadre.