Toda esta actividad (viajes, conciertos, cursos de formación, concursos, grabaciones)
se sustenta sobre muchas, muchísimas horas de ensayo.
Y no es difícil explicar el porqué de esta dedicación. Son muchos los estudios que han
destacado los beneficios del canto coral. Es algo que saben bien esos esforzados profesores
y directores de coros infantiles que van sembrando semillas de amor a la música: sociali-
zación, aprender a escuchar, aprender música, ser partícipes de un trabajo en equipo en el
que se pueden preparar obras de estructuras complejas y de gran belleza, relajar la mente
al concentrarse en una melodía, en un ritmo o un acorde, olvidando en esos momentos otras
preocupaciones. Se dice que, mientras cantan, los cantores de un coro sincronizan la fre-
cuencia del latido de sus corazones. Y no es algo poético, sino algo físico y con una explica-
ción científica que tiene que ver con la sincronización de las respiraciones y otros factores.
El valor terapéutico del canto ha sido destacado por muchos autores.
La voz es el “instrumento” que nos da la naturaleza. Y es el más complejo, capaz de
unir palabras y melodías. A los seres humanos nos gusta cantar en grupo. Las voces, que
son individuales, cada una con su peculiar timbre o color, con su potencia y su expresividad
y que pueden estar influenciadas por los estados de ánimo de los cantores, se esfuerzan en
coordinarse y formar un sonido común. Y esta interpretación coordinada sería imposible sin
la figura del director. Es el primero que escucha al coro. El que pone su trabajo y su sensi-
bilidad musical al servicio del grupo, de forma desinteresada, como es caso de los tres di-
rectores (Fidel González, Beatriz Valbuena y Javier Grande) que ha tenido Interludio en estos
veinte años. Su sensibilidad musical fluye a través de sus manos y su voz. Y los cantores
miramos y seguimos esas manos que dibujan en el aire ritmos, pausas, entradas, matices
dinámicos y de carácter, tempo… y escuchamos también su voz: una voz que enseña con
ejemplos, que anima, que corrige, que perdona.
En esta sociedad que tiene tendencia a hacernos espectadores y convertir a la música
en un producto de consumo más, es importante que haya grupos de personas que quieran
tener un papel más activo y que, contra viento y marea, se esfuercen en mantener viva
esta expresión cultural con tanta historia y tanto valor artístico y presentarla al público en
directo. Afortunadamente nuestra provincia cuenta con un buen nivel en la música coral.
Junto a otros coros hemos realizado interesantes proyectos y nos hemos apoyado. Estamos
muy agradecidos por ello.
Nuestro agradecimiento también a todos los que han cantado en el coro en algún mo-
mento porque han contribuido a formar su personalidad, y a las personas e instituciones
que cuentan con nosotros y al público que viene a escucharnos porque dan valor a nuestro
esfuerzo, y a nuestras familias porque apoyan y soportan nuestra dedicación a la música.
Y nos queda la esperanza de que la música coral tenga en las programaciones cultura-
les, ya sean locales, regionales o nacionales, públicas o privadas, la presencia y el apoyo
que se merece.
Interludio
https://www.youtube.com/watch?v=KLKeJVQKaAg
https://www.youtube.com/watch?v=OEKnND5dCs4
https://www.youtube.com/watch?v=N__m5sp7PfM