“No es fácil explicar para qué pinto. Lo de la terapia sería una respuesta fácil. Yo ha-
blaría más bien de renovación interior. Guardamos bellas piedras de colores en los bolsillos
sin acusar demasiado su peso. Pero llega un momento en el que es necesario vaciarlos para
ver esas piedras en su conjunto. También para dejar un espacio abierto a nuevos estímulos,
a nuevos hallazgos. En ocasiones pasan meses hasta que me sacude esa necesidad”.
“Sin otra luz y guía” S. Juan de la Cruz