El asesinato del 1976
Cuando corría el invierno del año 1976, el detective (Roberts Martins) y yo (Enrique), habíamos recibido una carta del oficial Gregory. La carta trataba sobre el asesinato de Claudia, una señora de 50 años.
Todos apuntaban a que el marido (Diego) la había matado, ya que habían tenido muchas peleas en el último tiempo. Ya habían pasado diez días de investigación cuando asesinaron al marido, así que ya nadie creía que él hubiera asesinado a Claudia.
El caso se iba investigando, uno de nuestros pasos fue entrar al mail de Diego. Ahí vimos que él hacía veinte años tenía un muy buen amigo (Tomás), él era el novio de Claudia y se enojó mucho cuando se enteró de que Claudia y Diego estaban saliendo.
Tomas le había dicho a Robert que él no había sido porque ese día estaba en el médico de la calle Gurruchaga y el médico lo afirmó. Pero nosotros no estábamos seguros, así que nos pasamos todo el fin de semana siguiendo a Tomás. Cuando Tomás se subió a su auto, nosotros también lo hicimos, lo seguimos durante un buen rato. Cuando llegamos, se dirigió hacia la orilla del río, arrojó una bolsa marrón de terciopelo y se fue. Entonces, yo agarré la bolsa y saqué un cuchillo de adentro. Ese cuchillo coincidía con la cicatriz que tenía Claudia.
A la noche, cuando el doctor había cerrado el centro médico, Robert y yo entramos por la ventana. Cuando prendimos la computadora del doctor vimos que tenía abonado 300.000.000 dólares por Tomás. Era obvio que él le había pagado eso para que lo cubriera.
Con lo del cuchillo y lo de los 300.000.000 dólares ya no había dudas de que él había matado a Claudia y a Diego.