En un bosque muy lejano, vivía una alegre y bonita niña a la que todo el mundo quería mucho y a la cual llamaban Caperucita Roja, por la capa roja que le regaló su abuelita.
Un día, su madre le dijo que fuese a visitar a su abuela la cual estaba enferma, y le llevase una cesta con fruta, pasteles y mermelada. Le recordó que no se alejase del camino, ya que en el bosque vivía un lobo feroz.
Caminando por el camino, vigilando de no salirse, se encontro con el lobo.
- ¡Hola Caperucita! ¿Donde vas asi tan guapa?
- Hola lobo, estoy llendo a casa de mi abuelita que esta enferma y voy a llevarle pasteles y frutas.
- ¿Y no te quieres quedar aqui jugando un rato conmigo?
- No lobito lo siento, tengo mucha prisa mi madre me ha dicho que no me entretenga y que no salga del camino.
Y así Caperucita siguió el camino a casa de su abuelita.
Pero el lobo decidió ir también a casa de la abuelita de Caperucita.
Como el lobo iba cruzando el bosque, llegó antes que la niñita, asique llamó a la puerta haciendo creer a la abuela que él era Caperucita, y una vez abierta la puerta, se comió a la abuelita.
El lobo se puso el gorro de la anciana, y se metio en la cama esperando a que llegase Caperucita Roja, para asi engañarla, dejar que se acercase a él y comérsela también.
Poco despúes llamo Caperucita a la puerta donde el lobo esperaba.
TocToc, llamó Caperucita a la puerta.
- Abuelita soy yo, Caperucita.
-Si cariño, pasa, estoy aquí
Caperucita entró y se acerco a la cama donde reposaba su supuesta abuela, y al verla diferente, preguntó:
- Abuelita abuelita, ¡que ojos tan grandes tienes!
- Son para verte mejor- respondió lobo.
- Abuelita abuelita, ¡que nariz mas grande tienes!
-Es para olerte mejor, hija.
- Abuelita abuelita, ¡que boca mas grande tienes!
- ¡Es para comerte mejor!- dijo el lobo abalanzandose sobre Caperucita.
Caperucita salio corriendo, y el lobo, al tener la tripa llena de la abuela, se sintió muy cansado para seguir corriendo y decidió echarse una siesta para recuperar fuerzas.
Caperucita, se encontró con un cazador, al que se lo contó todo.
Mientras el lobo dormía, fueron a donde estaba, y el cazador, silenciosamente, le abrió la tripa del lobo, sacó a la abuelita y se la lleno de piedras.
El lobo al despertarse, se encontraba aun más pesado que antes de dormir, asique decidió ir al río a beber agua, y al agacharse, se calló dentro del río, ahogandose él y ahogando todos los miedos que tenían los habitantes del pueblo.
CAPERUCITA ROJA