EL GRAN PARTIDO
Pedro Pablo Sacristán
Había una vez un grupo de niños que habían quedado para jugar un partido de
fútbol por todo lo alto. Habían decidido que cada uno llevaría un elemento
importante que hubiera en todos los partidos oficiales, y así, uno trajo el balón,
otro el silbato, otro una portería, otro los guantes del portero, las banderillas del
córner, etc… Pero antes de comenzar el partido, a la hora de elegir los equipos
hubo una pequeña discusión, y decidieron que podría elegir aquel que hubiera
llevado el elemento más importante.
Como tampoco se ponían de acuerdo en eso, pensaron que lo mejor sería
empezar a jugar al completo, con todos los elementos, e ir eliminando lo que cada
uno había traído para ver si se podía seguir jugando y descubrían qué era
verdaderamente imprescindible. Así que comenzaron a jugar, y primero eliminaron
el silbato, pero quien hacía de árbitro pudo seguir arbitrando a gritos. Luego
dejaron a los porteros sin guantes, pero paraban igual de bien sin ellos; y tampoco
se notó apenas cuando quitaron los banderines que definían los límites del campo,
ni cuando cambiaron las porterías por dos papeleras…; y así siguieron, hasta que
finalmente cambiaron también el balón por una lata, y pudieron seguir jugando…
Mientras jugaban, pasó por allí un señor con su hijo, y viéndoles jugar de aquella
forma, le dijo al niño:
–“Fíjate, hijo: aprende de ellos, sin tener nada son capaces de seguir jugando al
fútbol, aunque nunca vayan a poder aprender ni mejorar nada jugando así”
Y los chicos, que lo oyeron, se dieron cuenta de que por su exceso de orgullo y
egoísmo, lo que se presentaba
Como un partido increíble, había acabado siendo un partido penoso, con el que
apenas se estaban divirtiendo. Así que en ese momento, decidieron dejar de un
lado sus opiniones egoístas, y enseguida se pusieron de acuerdo para volver a
empezar el partido desde el principio, esta vez con todos sus elementos. Y
verdaderamente, fue un partido alucinante, porque ninguno midió quién jugaba
mejor o peor, sino que entre todos sólo pensaron en divertirse y ayudarse.
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