Cuentos Cortos Para Días Largos FANZINE ANGELICA | Page 17
permiten transitar entre el día y la noche, y así visitar a su padre y a su madre y
contarles las andanzas de nosotros sus hermanos. Visiones bucólicas de un final
que solo puede ser principio, espiral dibujado en las polymitas de colores que
viven en el mar azul profundo salitroso de intransigente insigne, cinco franjas, una
estrella y un rubí. Yo caminaba hacia el sur del día, andando la trocha un
guerrillero anciano me ofreció un tintico al estilo de los Buendía, como nos gusta,
negro y sin azúcar. Entre sorbo y sorbo, y entre risa y charla terminamos el café,
caía la tarde. Despacio se puso en pie el anciano, noté que lentamente se
transformaba en un niño inquieto que alegraba el canto de las aves con su toque de
dulzaina. Dio media vuelta y comenzó a alejarse hacia el sol que se ocultaba, volteó
para dedicarme una última sonrisa, su sombra dejó de ser humana, Nawi entonces
se despidió, se adentró en la espesura de la montaña.
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