EL DOMINGO A LAS DOCE (Nekane Iturregi)
Hace muchos años existió una niña llamada June. Vivía en el viejo faro de Gorliz, que se
localiza fácilmente por su altura. June no tenía más que once años. Vivía sola ya que su
madre murió en un accidente de coche y su padre la abandonó. No tenía a nadie salvo a
su osito de peluche. June todas las noches del año rezaba para que alguien la ayudase,
pero no daba resultado.
Una oscura y fría noche de invierno, June estaba dormida y un chico se le acercó. El chico, que se llamaba Martín,
había oído muchas cosas sobre ella: como que, si no la ayudabas, te mataba; o que, si la ayudabas, te tenías que
hacer cargo de ella hasta que te murieses… Martín estaba muy asustado, no sabía si ayudarla o seguir su camino.
Al final, decidió ayudarla, por la pena que le dio. Cuando la despertó, la niña estaba muy feliz. Montaron en el
coche y se fueron. Pero lo que Martín no sabía es que June, todos los domingos a las doce de la noche, tenía que
volver al faro. Y, si no lo hacía, la niña desaparecería. Llegó el lunes y June ya no estaba. Martín, muerto de miedo,
empezó a buscarla por todos los lados, pensando que le iba a matar. El chico, cansado de buscar, se fue a la policía
a denunciar la desaparición, pero la policía le dijo que ya se habían denunciado muchas desapariciones de June.
Al final, el chico murió por un infarto a causa del estrés. Aún se dice que June sigue por el faro.