CAMPAMENTO DE VERANO (Iker Herrera)
Hace mucho tiempo en el valle de Carranza, se organizó un campamento infantil de
verano, situado cerca de un río y de numerosos bosques. Cuatro monitores y veinte niños
fueron los privilegiados de poder disfrutarlo.
Según dicen los lugareños, todo empezó un día cuando cuatro niños, explorando por los
alrededores, se extraviaron. En un principio no se preocuparon porque confiaban en
reencontrarse con el resto del grupo.
Sin embargo, empezó a oscurecer y los niños comenzaron a alarmarse. Entonces buscaron refugio entre unas
peñas. A uno de ellos se le ocurrió la brillante idea de cantar canciones para no pasar miedo. Y así estuvieron toda
la noche.
Nada más amanecer, los chicos se pusieron en marcha e iniciaron la búsqueda de sus compañeros. A la hora de
elegir caminos y senderos no se ponían de acuerdo y esto provocó fuertes discusiones entre ellos. Finalmente,
después de andar y recorrer un largo camino por las proximidades de la hondonada, consiguieron regresar al
campamento.
Se dice que, siempre en las noches de verano en ese exacto lugar, si al pasar estás atento, se oyen los cantos de
los niños perfectamente.