EL COCHE ROJO (Leize Zuluaga)
Cuando mi abuela era pequeña, vivía en un lugar extraño y grande llamado Noja. Allí había
muchos coches rojos y decían que, si pasabas por al lado de uno y no llevabas nada azul, te
robaba algo de lo que tuvieses puesto.
Un día estaban Francisco, María y Sofía de fiesta en la calle . Sofía era muy miedica y, cuando
vio un coche rojo se asustó porque no llevaba nada azul; pero, cuando vio que María y Francisco
no llevaban nada azul tampoco, se tranquilizó y no les pasó nada.
Al día siguiente, María y Sofía quedaron y, al igual que el día anterior, vieron un coche rojo; pero, como Sofía lo vio, se
escondieron rápidamente detrás de un muro alto y ancho. Mientras estaban escondidas, Francisco llegó y les preguntó a ver
qué hacían y las dos a la vez, asustadas, respondieron que habían visto un coche rojo y que ninguna de las dos llevaba nada
azul, sin embargo Francisco no se creía esa historia.
Pasados cinco días, volvieron a quedar pero esta vez en un bar cerca de la casa de Francisco. Esa noche María y Sofía
llevaban una camisa azul puesta; pero Francisco, como no creía en la historia, no se puso nada azul. Al cabo de unos minutos,
salieron a la calle y, mientras andaban para ir a otro bar, se cruzaron con un coche rojo y a Franciso le quitó los pantalones.
¡Menos mal que su casa estaba cerca!
Despúes de esa noche, Francisco siempre llevaba algo azul puesto porque, si no, le pasaría lo mismo que le pasó aquella noche.