cuatro-reinas-teaser | Page 12

Buey era mayor en tamaño y saña y sin dificultad se sacudió a su adversario , que , derrotado , buscó escudo tras una cuba . La mujer corrió hacia él instintivamente , deseando proteger al hombre que conmovía su corazón desde el increíble instante en que lo había visto ascender por la pasarela de embarque . De buenas a primeras se le había antojado un tipo frágil , carcomido por alguna extraña circunstancia que le producía un inquieto pesar . Al igual que ella era un alma cansada , una mano amiga que podía atreverse a tomar . Se agachó y paseó los dedos por la frente de su amado . Fue bonito , una caricia que le procuró un estremecimiento agradable a pesar de la frialdad de su piel . El hombre se quejó y trató vagamente de incorporarse . Le habría gustado a ella socorrerlo de otro modo , pero no estuvo a tiempo . Cabeza de Buey la empujó desplazando su cuerpo unos metros , mandándola derechita hacia la baranda . La cabeza chocó directamente contra el metal creando un sonido que entremezclaba vibración y crujido . La niñera cayó al suelo . Se tocó la herida alarmándose al retirar su mano ensangrentada . Pensó en levantarse , pero el mero intento le suponía un esfuerzo titánico . Rosemary se acercó a ella ; Anne quedaba atrás , observando todo con una sorprendente serenidad . La niñera entrevió una silueta menuda que se agachaba . Rosemary tocó la sangre que brotaba de su herida . Era atrayente y viscosa , y olía a desconocido . Adeline Adams mantuvo la mirada hasta que dejó de hacerlo .
Hay un momento en el que la visión se apaga al igual que se apaga todo lo demás .
Andrew se levantó poco después cargando con sus dolores . Andaba renqueando , soportando cada una de sus magulladuras . No era en absoluto un hombre vigoroso , sino más bien un tipo delgado propenso a los moratones . Pávido , distinguió un cuerpo tendido en el suelo junto a dos niñas . A Cabeza de Buey no se le veía por ningún lado .
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