Cuadernos Médicos Sociales 2019; Vol 59 N°1 | Page 21

ORIGINALES: Salud y Ambiente Vale la pena recordar que como seres sensibles, nuestra racionalidad –y su arrogante instrumenta- lidad–, bien puede re-orientarse. Esta sensibilidad que se encuentra con la vida en lo que somos, ha- cemos, decimos y pensamos, sustenta los distintos modos de construir el mundo que habitamos. La vida es también entonces esta posibilidad de defi- nir los límites de nuestra realidad en el vaivén per- manente de construir y deconstruir el mundo, a la manera del oleaje que fija a cada instante nuestra frontera con el mar ahí en la playa, en esa orilla donde se dibuja el rostro de lo humano. En definitiva, si bien esta apuesta por la vida no implica abandonar ni la estrategia ni la lucha in- tencionada, esta última no debe conducirnos ni a la desesperanza ni a encerrarnos en callejones sin salida ni futuro. El destino de esta bahía está lejos de estar zanjado. Tal vez simplemente se trata de comenzar por no negar la autonomía ontológica de la vida y confiar y sumarse a su devenir salvaje. En Quintero todavía hay primaveras, todavía hay una fuerza indomable, todavía hay una orilla no domesticada. Tal vez simplemente debemos apo- yarnos en esa fuerza y dejarnos conducir por ella hacia esos paisajes que todavía no comprendemos pero que permiten imaginar la bahía por-venir. 19 Cuad Méd Soc (Chile) 2019, 59 (1): 17-19