Cuadernos Médicos Sociales 2019; Vol 59 N°1 | Page 17

ORIGINALES: Salud y Ambiente enfermedades causadas por la contaminación del aire. En Junio, Julio y Agosto son los meses de los resfríos y las gripes, causados por virus como la influenza, el respiratorio sincicial y el adenovi- rus, y las muertes se concentran en los pobres, los desamparados y los sin casa. No es raro que las comunas más contaminadas y con peor calidad del aire sean Pudahuel y Cerro Navia. En los meses más fríos ocurren los sistemas frontales con lluvias intensas y nieves que con cada año más frecuentes. Los cálculos mundiales muestran que las pérdidas debido a la menor pro- ductividad alcanza hasta el 1,9% de la riqueza de los países afectados. Y pocos parecen encontrar lo obvio en sus análisis: la gente enferma o muer- ta no puede contribuir a la economía. Un primer paso será ubicar el tema de la contaminación del aire entre los prioritarios de la agenda guberna- mental y legislativa. Aún hay mucho que mejorar y perfeccionar, en especial en materia de normas y estándares. Las respuestas a los serios problemas de contaminación del aire no son las pre-emer- gencias y emergencias ambientales, o el cese de actividades o las restricciones vehiculares. Otra cuestión crucial es conocer a la brevedad los efectos de la contaminación del aire sobre la fertilidad de la pareja chilena. Sus efectos en la calidad del semen, estudiar si en mujeres fértiles reduce la tasa de fertilidad y aumenta el riesgo de aborto espontáneo. En el caso de mujeres que re- curren a técnicas de fecundación in vitro (FIV), conocer cómo les impacta el aire contaminado de Santiago, si les reduce el número de nacimientos y si les provoca más abortos espontáneos. Sería deseable que este tipo de investigaciones se ini- cien pronto para toda la población entre 18 y 40 años de las seis ciudades más contaminadas de Chile: Coyhaique, Temuco, Andacollo, Rancagua y Padre de las Casas y la Región Metropolitana. Se requiere, asimismo, iniciar campañas masi- vas de apoyo a la gestión ambiental participativa, diseñadas en colaboración con todos los actores sociales y bien financiadas para atender el control y prevención de la contaminación como prioridad nacional. Se tiene que combatir la contaminación del aire de la misma forma que hemos luchado contra la pobreza y las enfermedades. La buena noticia es que se puede solucionar, la mala es el enorme costo. Por último, no podemos dejar de mencionar un asunto que en nuestro país es urgente revi- sar a fondo: la frágil institucionalidad y la inefi- caz legislación ambiental. Ante la ausencia de una política nacional ambiental que las sustente, disponibles en el mercado mundial tenemos que aplicar medidas concretas de mitigación, seguidas de programas de adaptación que nos aseguren una transición energética que vaya gradualmen- te dejando atrás el consumo de los combustibles fósiles. Esta es la única vía segura para combatir el cambio climático y sería recomendable tratarlo en conjunto particularmente con las políticas de salud, medioambiente y desarrollo sostenible. De aquí en adelante, no habrá espacio para la desidia o la inacción, tampoco para aceptar declaraciones destempladas de los grandes intereses de la indus- tria de los combustibles fósiles y los agro-nego- cios que apoyan a políticos apáticos u opuestos a la acción climática. Es preciso desenmascarar a los políticos irresponsables, corruptos e inescru- pulosos (Lane, 2016). El sistema económico lineal que se viene apli- cando en nuestro país (extracción, fabricación, utilización y eliminación) ya no es el adecuado, alcanzó su fin. Hoy la prioridad es fomentar un sistema económico más verde, más circular, con mínimas emisiones, menos residuos y más recicla- je. Tenemos que adaptarnos al cambio climático incorporando los elementos de la economía ver- de, economía digital, transición energética, inteli- gencia artificial, genómica y robótica (Acaravci y Ozturk, 2010; Chang y Carballo, 2011). Una meta digna de aquí al año 2035 sería el uso exclusivo de vehículos eléctricos para la moviliza- ción colectiva y particulares en el centro urbano de la Región Metropolitana. Para conseguirlo, se- ría apropiado conceder incentivos, por ejemplo, permitiendo importaciones masivas de vehículos eléctricos sin aranceles, reduciendo o incluso anu- lando los cobros de estacionamiento a las perso- nas que cambien sus autos de combustión. Estas acciones inmediatas por sus efectos prácticos, serían un tipo de inversiones con efecto multi- plicador para combatir la contaminación del aire y emisión de CO 2 . Serían complementarias a las que se hacen en el campo del saneamiento, la sa- lud y recintos hospitalarios. Contribuirían directa- mente a mejorar la calidad del aire en Santiago y la salud de sus habitantes. 5.2 Contaminación del aire No se puede buscar soluciones a la contamina- ción del aire en Chile sin vincular salud, medioam- biente y justicia social. Es quizás ésta una de las razones por la cual no se han obtenido progresos significativos en las últimas décadas. Los datos lo demuestran. Casi el 90% de las muertes relacio- nadas con la contaminación en Santiago son las 15 Cuad Méd Soc (Chile) 2019, 59 (1): 7-16