Cuadernos Médicos Sociales 2019; Vol 59 N°1 | Page 92

de las comunicaciones. Su defensa de la lista de chequeo en el trabajo quirúrgico -pero habría que ejercitar su uso en do- minios como en el manejo de camas críticas y las salas de emergencia- va de la mano con la relevan- cia del briefing: nombres, visión de lo que se va a hacer, problemas esperables, en una charla bre- ve. Pero además de conclusiones sociológicas de gran calado: reconocimiento de que la autonomía es una ilusión torpe. Pero también, adecuación local, validación y claridad de las cifras, la mayor consistencia posible de las mediciones y de su conocimiento. Atul Gawande es un sociólogo de la medici- na vestido de cirujano oncológico especializado en tumores endocrinos. Y como buen etnográfo nativo, es también un epistemólogo de primer orden. Arsénico sobre Puchuncaví: metabolismo de la minería y sufrimiento ambiental. Nelson Arellano Escudero. RIVAR Vol. 3, No 10. Enero 2017: 71-91. E han servido para sostener como inevitable un de- sastre o domeñar la capacidad intelectiva de sus opositores. Una de esas metáforas míticas puede llamarse desarrollo (en modo ISI o neoliberal) o institucionalidad ambiental. Arellano concluye con un programa de investi- gación no mínimo: “Si bien la normativa ambiental vigente tiene una mayor exigencia que la que le antecedió no se puede soslayar que los pasivos ambientales de la zona han quedado –y parece que seguirán estan- do– en el limbo o, siguiendo la interpretación de Agamben, en la zona gris: el lugar donde el Estado y la industria actúa como un Sonderkommando en la cámara de gases de Chile. El campo de trabajo es todavía muy amplio: la etnografía del Estado y su administración tanato- política, el análisis de la escala del sufrimiento am- biental, los patrones de desempeño del fenómeno a través de la comparación de casos, la relaciones entre política, ciencia y ciudadanía, la producción de conocimiento, el mercado y el Estado son solo algunas posibles áreas de interés que requieren es- clarecimiento y transparencia.” Un artículo profundo, bien escrito y lleno de sentido, de malestares y signos duros, pero que nos hace saber que la sociología por venir de la técnica para un planeta en apuros ya está escri- biéndose en la pluma de Arellano. ste artículo disponible en http://revista- rivar.cl/images/vol4-n10/04_Rivar10- Arellano.Escudero.pdf, realiza una revi- sión sobre las investigaciones realizadas desde las ciencias sociales en torno a la cuestión ambiental del Complejo Industrial Ventanas, además de la propia vivencia del autor como trabajador y ciudadano. Sus conclusiones son tajantes pero exactas: “en los últimos 30 años se ha venido investigan- do el caso de Puchuncaví desde las ciencias sociales, las humanidades y perspectivas interdisciplinarias. Sin embargo, salvo excepciones, es apreciable que se presentan tres áreas deficientes en los estudios sociales: la incapacidad para entender los aspectos técnicos y de diseño de los procesos productivos, la falta de rigor en la descripción y comprensión de la institucionalidad ambiental y la organización inter- na del Estado y, finalmente, una falta de articulación entre las producciones académicas que tiende a de- bilitar las posibilidades de generar contribuciones en vez de reiterar o profundizar las descripciones.” Pero el tono del artículo no busca desechar las ciencias sociales como herramientas para este problema local. Por el contrario, de su análisis surge que se necesitan más ciencias sociales para entender lo sucedido, no sólo desde una narra- ción primaria y lineal de lo ocurrido, sino a partir de una análisis reflexivo de lo que los actores han realizado o no han realizado, de las metáforas que Reseñas 90