ORIGINALES:
Historia de la Participación Social en Salud
salud. Así que ahora no hay que estarle pidiendo
al Municipio porque lo tenemos nosotros, así que
eso te digo, son los logros de cuando uno tiene
otra mentalidad, y sabe llegar a la gente. Uno nun-
ca termina de aprender. En la mañana, justo hoy
hubo un dialogo de participación social enfocado
a los funcionarios. Un taller. Llegamos solamente
2 del directorio y una socia. Gente nueva, porque
los consultorios siempre van rotando. Hay gente
que ni la conocía. Se dieron cuenta que sabemos
mucho más que ellos. Hay noticias que nosotros
sabemos antes que ellos. Yo creo que eso es lo
que a uno lo empodera cada día más y trabajar en
armonía. Nuestra encargada de participación es
un 7, la Lorena que se mueve para todos lados, así
que yo creo que dan ganas de seguir trabajando
en esto.
financiamiento propio, comunicación, moviliza-
ción… Uno paga por tener que hacer todas esas
funciones ad honorem.
Cuando yo nací pude vivenciar el tema de la
cooperación entre pares, o sea, en ese tiempo se
usaba mucho el tema de la minga y si no había
minga no había como diablos funcionar. Con esa
consigna fui… mis primeros años de vida marca-
do a fuego.
Sebastián Moller: espéreme un poco. La min-
ga es cuando uno se cambia de casa y todo eso
¿verdad?
No, no sólo eso. En el campo, por ejemplo, era
usual, porque ahora con el maquinismo todo eso
quedó en la historia. Era usual que si uno sem-
braba trigo el vecino ayudaba y al otro y así da-
ban vueltas. Porque era laboriosa la cuestión, el
trigo había que cosecharlo a mano, con una icho-
na había que cortarlo, engavillarlo, me entiende.
Entonces para eso yo requería a mis vecinos…
Sebastián: ¿Dónde era eso?
Pedro: Esto fue en la zona de Ñuble, Coelemu.
Después de sacar había que sacar el grano, había
que trillar. Yo conocía todo el tema de la trilla a
yegua… me entiendes, el aventar…era todo un
cuento complicado. Bueno, después todo eso se
fue poco a poco perdiendo porque llegó la ma-
quina trilladora que llamaban de planta. Ahí lo
que había que hacer era tomar el trigo, engavillar-
lo, llevarlo a la máquina. La máquina hacia todo.
Devolvía el trigo limpio en un 95% salía limpio
¡Después llego la automotriz¡ Ya con esa se aca-
bó todo porque con esa se entraba al sembradío
e inmediatamente se iba sacando. Lo que yo veo
es que esta evolución…es parte de una evolución
sociológica en este país… y que más encima des-
pués, en base a las ideas foráneas que llegaron,
se ha llegado a un esquema absolutamente indi-
vidualista, o sea, yo diría un ¡individualismo exa-
cerbado! Uno lo ve…yo creo que por eso cuesta
tanto que la gente se integre, en cuestiones de tipo
común… Porque ponte tú, ya yo supongamos el
año 1974, yo llegue a la Florida. La Florida era
como una cuestión entre urbano y agrícola que
es lo que me atrae. Cuando llegamos allá era más
agrícola que urbano. Entonces uno llega y dice
“bueno hay que pavimentar la calle, hay que faltan
luminarias, hay que ver las veredas”…entonces
en ese momento yo participaba con la Junta de
Vecinos, y logramos todas esas cuestiones…ves
Miguel Barrientos: ¿Y en qué sector?
Pedro: Por allá en el paradero 16 de Vicuña
Mackenna
Miguel: Santa Julia
PEDRO ARIAS INSUNZA
Mi nombre es Pedro Mariano Arias Insunza, ac-
tualmente resido en la Comuna de la Florida, des-
de el año 1974, si bien es cierto nací en Santiago
me moví harto por el territorio de nuestro país
y habiendo conocido situaciones que, a esta altu-
ra digamos, son anecdóticas entre comillas. Pero,
para mí son vivenciales. El tema de la participa-
ción me nació desde joven porque estudié en la
enseñanza industrial, fui parte del centro de alum-
nos. En la universidad también. Cuando entré a
trabajar, participé en el sindicato de los profesio-
nales universitarios y me mantuve en ese training
en el intertanto de la dictadura. Una vez que jubilé
yo estaba ejerciendo como presidente del sindica-
to de los jóvenes profesionales.
Entonces cuando jubilé, me reorienté y me mo-
tivó el tema en Salud porque desde siempre yo fui
partidario de la Salud Pública. Intentaron, incluso,
obligarme a ingresar a la Salud privada, que nació
por allá el año 81, y yo me negué automáticamen-
te. Cuando yo salí de la función de trabajar como
subordinado, ya me tenían poco menos acorrala-
do con la salud privada, salí y me metí en la salud
pública. Empecé por lo más cercano que era el
CESFAM en el cual que estaba inscrito, CESFAM
Bellavista de la Florida del cual soy presiden-
te del CDU. Fuera de eso, participo en el CDU
del Hospital de la Florida, del cual también soy
presidente y participo en el Consejo de Usuario
del Hospital Sotero del Río y en el COSOC del
Servicio de Salud Metropolitano Suroriente y
también del COSOC de La Florida. Esas son mis
entretenciones y son hartas… no me sobra tiem-
po…no tengo tiempo que perder…implica un
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Cuad Méd Soc (Chile) 2018, 58 (3): 15-28