Cuadernos Médicos Sociales 2018; Vol 58 N°3 | Page 147

ORIGINALES: Dossier Alma Ata obtienen del consumo no material de ideas abs- tractas (9) que no se rivalizan como ocurre con el consumo de bienes materiales privados, ya que son compartidos socialmente y reproducidos en este mismo contexto. Ahora bien, desde el vínculo con salud pública, el valor social se entiende como un conjunto de suposiciones y juicios centrales en la cultura de las personas acerca de los objetivos o estados de existencia que se estiman importantes y deseables y que determinan el modo de pensar, actuar y sentir. Con ello, se dibujan los sistemas normativos y conductas tolerables o no tolerables, lo que, en resumidas cuentas, establece los están- dares sociales con los que las personas se desen- volverán socialmente y que harán exigibles a los sistemas que interactúan con ellas (10). Como es posible de apreciar, el valor social re- fiere al importe que hacen las personas del uso y goce de ideas abstractas que no se rivaliza entre personas, sino, más bien, este importe es compar- tido en la sociedad y hace exigible ciertos estánda- res de desempeño a los sistemas que interactúan con ella misma. En términos de la atención pri- maria, el valor social de la atención primaria sería el conjunto de ideas y valorizaciones que las per- sonas comparten, como sociedad, acerca de los objetivos deseables e importantes de la estrategia de atención primaria y cuáles serían los estándares exigibles para obtener la utilidad social requerida por el conjunto. El ejercicio de conocer el valor social de la aten- ción primaria desde la perspectiva de las perso- nas que forman parte de ella, entiéndase usuarios, funcionarios, autoridades, organizaciones de la sociedad civil, entre otras, ha sido desarrollado en Brasil (11) y Canadá (12), pero desde la pers- pectiva de los atributos de la atención primaria. Desde esas experiencias y reconociendo el reco- rrido histórico que ha tenido la atención prima- ria en nuestro país (13,14), los avances en materia de salud destacados por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) (15) y la proximidad al cumplimiento de los cua- renta años de la Declaración de Alma Ata, la División de Atención Primaria del Ministerio de Salud de Chile emprendió un proceso de con- sulta ciudadana que culminó en el Congreso de Atención Primaria realizado en abril del año 2017, con el fin conocer el valor social atribuido desde la sociedad civil a la atención primaria y, con ello, co-construir y fortalecer a la misma como base del sistema de salud. En ese sentido, el objetivo de este artículo es describir los elementos centrales en torno al valor social y oportunidades de mejora de la atención primaria de salud que emergieron del proceso de consulta nacional dirigida a personas naturales, funcionarios de salud y miembros de la sociedad civil de Chile. MATERIAL Y MÉTODOS Se realizó un proceso de consulta nacional ma- sivo en tres modalidades que incluyó: a) consulta individual online, b) conversatorios locales, en- tendidos como espacios de reflexión convocados desde los Servicios de Salud del país o auto-con- vocados por grupos de personas naturales, orga- nizaciones sociales y/o territoriales y c) Congreso de Atención Primaria de Salud, celebrado en la ciudad de Santiago, en el que se presentaron los resultados de las dos modalidades anteriores con el fin de que sirvieran de insumo a la discusión fi- nal en torno al valor social de la atención primaria chilena y para la elaboración de un documento de posición (16), validado y ratificado por los parti- cipantes del Congreso mediante firma (Figura 1). La elaboración de la metodología fue un trabajo participativo liderado por la División de Atención Primaria. Se realizó una jornada de trabajo y reu- niones posteriores con actores de la Asociación Chilena de Municipios, Universidades, Sociedad Chilena de Medicina Familiar, gremios de salud, Asociación de Médicos de Atención Primaria, Administradores Comunales, Jefes de Atención Primaria de Servicios de Salud y Asesores Ministeriales (Gabinetes y Comunicaciones). Esta primera etapa del proceso fue clave para las eta- pas posteriores, ya que al unificar criterios sobre el logro a alcanzar, se definió que la participación ampliada era el mejor camino para avanzar y que la territorialidad debía ser eje del trabajo a reali- zar. Sobre esta base conceptual se diseñaron tres modalidades (consulta individual, conversatorios locales y congreso), cada una con metodologías específicas. El uso de las dos primeras modalidades bus- caba aumentar la cobertura de consulta general para alcanzar a obtener un mayor número de res- puestas, mediante la oferta de tres modalidades de participación simultánea: multimedia y presencial, La modalidad multimedia de consulta online per- mitió a los participantes responder un cuestio- nario autoaplicado de tres preguntas y los con- versatorios permitió a los participantes debatir abiertamente de manera presencial. El Congreso de Atención Primaria también se presentó como formato de participación presencial, pero ya en 145 Cuad Méd Soc (Chile) 2018, 58 (3): 143-157