CUADERNOS DE BDSM - nº 22
Hace un poco más de un año, le llegó a los administradores del grupo BDSM al que
pertenecía entonces, una propuesta de participar en aquella Expo Sexo en la que
acabaron entrevistándome en televisión. Los administradores entusiasmaron al grupo,
planeamos demostraciones y acumulamos artículos para vender y a unos días de la
inauguración, decidieron cancelar nuestra participación. La explicación que ofrecieron
fue que consideraban que el público de una Expo Sexo no estaba preparado para
conocer de BDSM, que el tipo de gente era más bien “pajilleros” que querían ver chicas
“porn stars” topless y que se iban a burlar de nosotros. Todos los del grupo quedamos
desilusionados, pero ya se había tomado la decisión y no hubo nada que hacer.
Recordando todo esto, ahí tome la decisión contraria: lo iba yo a intentar. Después de
todo, en mi vida profesional he montado muchos stands en ferias y exposiciones. Si
bien coordinar toda el área BDSM sería complicado, era un reto posible.
Al salir de ahí, lo primero que hice fue comentarlo con mi Amo. Él me animó a hacerlo
y su apoyo me dio la fuerza necesaria. Después lo consulté con amigos entrañables,
miembros respetados en la escena B E4