CUADERNOS DE BDSM - nº 22
GENTE BDSM
CRÓNICA DESDE BÉLGICA
Por Nomar_Tf
Cuando nos decidimos a residir en un país anglosajón, pensamos que podría ser
interesante el conocer esa forma de vida, que tantas veces hemos idealizado desde el
BDSM hispano.
Esa forma de pensar y de tener claras las ideas que siempre hemos leído, que por aquí
arriba tenían.
Esa forma tan natural que siempre hemos envidiado de estos países desde el sur.
Llegar, ponerse en contacto con los grupos que por aquí hay, ir a los eventos, observar,
y ser observado, comentar, hablar (con el problema de que sí, hablamos parte de la
lengua, la que te enseñan en las clases de idioma, pero que precisamente no te enseñan a
decir látigo, azote, tortura de pezones, etc, etc)
En un primer momento te encuentras con el hándicap, de que no entiendes todos los
giros del lenguaje, y procuras aprender para estar a la altura.
Vienes con intención de aprender, de ver como otros interaccionan, y poco a poco, esa
idealización del BDSM nórdico, se va cayendo...
Ya no solo es que no tengan mas “juguetes” que los nuestros... es que alucinan con la
calidad, de nuestro cuero, las diferentes variedades que tenemos de juguetes, y para los
mas experimentados entre ellos, les son desconocidos muchos de los que usamos por el
sur... como mucho, alguno había oído o leído de ellos.
Después viene todo eso que tenemos idealizado del protocolo... choca que aquí cosas
tan extendidas en el bdsm Hispano, como el cruce de piernas de l@s sumis@s, los
permisos que solicitan l@s sumis@s a sus Doms, la joyería temática, o el mantener un
rol en un encuentro o sesión se diluyen.
Y cuando se plantea la discusión “legal”, a un hispano, le asombra ver lo retrogra