L as
teorías científicas se elaboran para responder a cuestiones
fundamentales sobre el funcionamiento de la Naturaleza, desde las
interacciones entre las partículas subatómicas, hasta la estructura del
cosmos, pasando por la dinámica terrestre o la actividad de nuestro
cerebro, fuente de las emociones más básicas y de los razonamientos más
sutiles: esos que posibilitan la construcción del conocimiento científico.
Hombres y mujeres han elaborado cientos de teorías a lo largo de la
Historia de la Humanidad utilizando la metodología científica basada en la
observación, la formulación de hipótesis y su comprobación experimental.
Muchas teorías muestran una gran vitalidad y permanecen en el seno de
la comunidad científica, mientras que otras desaparecen y son sustituidas
o “engullidas” por otras con mayor potencial para explicar los hechos.
En nuestro mural hay una representación pictórica de varias teorías:
el origen y la expansión del universo; el modelo estándar de la física, con
su “zoo” de partículas elementales; el modelo atómico; la deriva
continental; la teoría de la evolución y la teoría neuronal. También hemos
representado otros hitos fundamentales en la historia de la ciencia, que
han llevado al ser humano a ampliar los horizontes de la realidad, como la
interpretación de los fósiles, los experimentos para simular las condiciones
en las que apareció la vida, las profundidades del mundo microscópico o el
descubrimiento de la estructura del ADN.
Pero el mural nos lleva más allá de la ciencia e invita al espectador-
lector a una reflexión final que gira en torno a la belleza de la Naturaleza y
a la responsabilidad del ser humano para conservarla en todo su esplendor.
Creemos que la mariposa monarca, con su incesante aleteo migratorio,
nos puede ayudar a entender que los valores éticos deben cabalgar sobre
la ciencia, para hacer de esta una empresa democrática, solidaria y
responsable, que traspase las fronteras del tiempo y del espacio en
beneficio de la Humanidad.
Casimiro Jesús Barbado López
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