CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS | Page 93
Eichendorf, siendo difícil determinar los perímetros de las tres comunidades.
Entre esas casas, hay 21 que son propiedad de familias alemanas que, en un solo
día, diseminadas, en parte completamente, por la pérdida de 38 víctimas de
muerte.
Los 38 testigos de la civilización polaca fueron asesinados de una manera
increíble, en ocho lugares diferentes, de los cuales seis en un espacio reducido y
todos los pocos cientos de metros, cuando muy, distantes de la carretera o de las
casas enlutadas.
La monstruosidad de las atrocidades cometidas quedó comprobada por las
autopsias y por otro material comprobante, de manera indiscutible. En el caso de
dos hombres de Eichdorf, Max Teske, de 34, y Wilhelm Stolte, de 55 años de edad
que fueron asesinados junto al menor Gerhard Pijan, de 13 años de edad, que se
les unía después de haber andado perdido en un bosque, tres víctimas que se
refugiaron en los prados, unos 3 km. en el norte de Eichdorf, donde fueron
arrestados y fusilados por soldados, y aún el lugar, donde fueron encontrados,
fusilados, los menores Else, Gertrud y Ernest Janot, respectivamente de 12, 15 y
18 años, cuyo padre, de 50 años de edad , fue encontrado, fusilado también, en
otro lugar.
Los hijos menores de Janot querían, en la madrugada del día 5-9-39, huir con su
madre, obedeciendo a una indicación del intendente local, polaco, después, que,
el día 3-9-39, el padre de ellos, ya había buscado refugio en el prado.
Pero, impedidos por soldados polacos, este obligó a la madre a volver a su
propiedad para entregarles el carro y los caballos. Los hijos, de acuerdo con que
había sido combinado, querían esperar la vuelta de la madre, debiendo, sin
embargo, haber sido obligados, por cualquier circunstancia todavía a oscuras, a
seguir por su camino.
Escogieron el atajo que atraviesa el bosque, al sur-sureste de Eichford que,
además del bosque, debía llevarlos a través de un terreno de 2 km. de ancho,
todo abierto, para Netzfeld, donde vive el abuelo de ellos.
Testigos insospechados, habitantes de Netzfeld, que se encontraban escondidos
en los juncos, en los alrededores de la aldea, depusieron que los menores, al salir
del campo abierto, fueron detenidos por soldados polacos que estaban
cubiertos, la salida de Netzfeld, y que, tras una ligera discusión y después de una
discusión se informaron sobre la personalidad de los menores, lo que quedó