CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS | Page 146

corrieron, hacia el jardín, todas las flores y se fueron. Me fui detrás. Nos paramos junto a la torre de agua. Era un júbilo general, todos gritaban "Heil Hitler" y arrojaban flores sobre los soldados. Las mujeres cogían a los soldados por las manos e intentaban darles abrazos. Habrían pasado más de cien vehículos, cuando, de repente, comenzaron a disparar sobre los soldados y los civiles. Los soldados gritaron: "Acuéstate". Y, ya se inició un fuego cerrado, cayendo más de 1.000 tiros. Traté de refugiarme en la zanja, en el lado derecho de la calle. A mi lado murieron mi mujer y mi yerno Stephan Niemicz. Me quedé herido en el brazo y, ligeramente, en el cuello, en el ojo y en el occipital. Mi hija Lucie, mi hijo Fritz y su esposa, resultaron gravemente heridos. Mi yerno deja a su mujer y dos hijitos, siendo uno de tres y uno de medio año de edad. Soldados polacos, ya no los había en Pless. Quien disparó, fueron los rebeldes que, desde hace mucho tiempo, habían sido armados por las autoridades polacas. Se cuenta, en Pless, que fuera la intención de los rebeldes, organizar una matanza mucho mayor. Dicen que tenían la intención de matar a todos aquellos que, a causa del paso de las tropas alemanas, se dieran a conocer como alemanes. Fueron impedidos, de ejecutar ese plan, solamente porque el tiroteo rompió antes de que las tropas alemanas salieran de la ciudad. El protocolo fue leído al exponente, aprobado por él y firmado de la siguiente manera: ass. Emil Schwarzkopf El prestó el siguiente juramento: "Juro ante Dios Omnipotente y Omnisciente que, de todo acuerdo con que sé, dije la pura verdad y que nada callé, como mienta que dios me castigue. cerrado: ass. Scholz ass. Franz Fuente: WR II