CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS EN POLONIA CRÍMENES POLACOS CONTRA LOS ALEMANES ÉTNICOS | Page 143
llorando de alegría porque era la primera vez que veía soldados alemanes. Ella
les abandona, gritando varias veces: "Heil". Yo sentía que la situación aún no
estaba bien segura, por lo que detuve a mi mujer que quería, por fuerza, salir a
la calle. Cuando ella dio a beber nuestro hijito, esto, poco después, llegaron 50
soldados polacos guiados por un oficial polaco, venidos del parque de la estación,
asaltando nuestra casa. Mi mujer saco a nuestro hijito de la cuna y fuimos a
escondernos en la cocina, detrás de un estante, pues no teníamos tiempo para
correr hasta el sótano.
Los soldados polacos tiraron, en los dos apartamentos de abajo y en la casa de
nuestro vecino, granadas de mano, golpeando la puerta de nuestro apartamento
y tirándola de la habitación. Nuestro hijito, amedrentado por los tiros, empiezo
a llorar, al que uno de los soldados dijo: "Todavía esta gritando aquí un pequeño
Hitlerowiec. ¡Disparen!". Los soldados dispararon a nuestro lado, pero no
acertaron.
Nos golpearon, con sus culatas hasta la calle, gritando al oficial: "Les voy a
enseñar a gritar a Heil Hitler". Enseguida ya nos esperaban otros soldados que
nos dieron y nos hirieron. A mí me perforaron los pantalones, al pequeño la
camisa. Mi mujer gritó: "¡Perdonen al menos al niño!". Pero los polacos
continuaron disparando y golpeando ahí mismo.
Paré con el hombro un culatazo que había sido destinada al niño. Mi mujer fue
herida con la bayoneta, muerta por un tiro en el corazón; varios culatazos le
rompieron las costillas y las piernas. Al caer, me entregó al niño, muriendo poco
después. Estábamos casados, hace 9 años. Ella dio a luz a cuatro hijos, de los
cuales tres todavía están vivos.
Fui soldado de la gran guerra y he visto muchas cosas y soportando muchos
sufrimientos. Pero nunca vi caras tan desfiguradas por el odio y tan brutales
como en esa ocasión. Ya no era hombres, sino animales feroces.
El mismo día, los revoltosos dispararon sobre mi cuñado y mi hermano. Mi
cuñado murió pocas horas después. Él dejó a su mujer y un niño de 9 meses. Mi
hermano se encuentra gravemente herido en el hospital.
El protocolo fue leído al exponente, aprobado por él firmado como sigue:
ass. Zembol, Paul